En un par de meses, estaremos dando la bienvenida al verano, y este año no queremos que llegues con los deberes sin hacer. Puedes optar por una puesta a punto en casa o bien recurrir a la opinión experta y a los tratamientos de los centros de belleza. Así, en los meses previos al verano, estos centros viven su particular ‘boom’, pues muchas mujeres piensan que como apoyo a una dieta y programa de ejercicios se puede acudir a un buen centro de estética. Presoterapia, masajes reductores, drenajes linfáticos... La oferta es más que amplia y en los institutos serios se ofrecen programas que ayudan a mejorar la silueta de forma visible, dando no sólo un mejor aspecto a la piel sino, sobre todo, potenciando el adelgazamiento de las zonas de 'alto riesgo' y contribuyendo a eliminar volumen, drenar y reafirmar de forma notoria. Pero, eso sí, hay que tener en cuenta una serie de aspectos, pues un programa de instituto nunca puede sustituir a una dieta de adelgazamiento.
Para obtener el máximo rendimiento, debes:
· Apoyar el tratamiento con cuidados en casa.
· Ser constante en las sesiones y no interrumpirlas antes de tiempo.
· Asegurarte la continuación de los resultados con sesiones de mantenimiento regulares.
· Evitar los hábitos que causaron el problema en primer lugar.
· Ser realista en tus expectativas. La estética ayuda, y mucho, pero no hace milagros.
¿Primeriza en el centro de estética?
La primera vez que se acude a un instituto de belleza tal vez sientes cierto pudor. Vamos a darte una serie de consejos para que intentes sacarle el máximo provecho a tu cita.
-No dudes en comentar que nunca has visitado antes una esteticista y pregunta qué debes hacer y cuáles son los pasos que debes seguir.
-En los institutos ponen braguitas desechables a disposición de quien prefiera ir cubierta. Si te molesta estar completamente desnuda, coméntaselo a la esteticista. Por ejemplo, durante los masajes corporales se cubre a la cliente con una toalla, destapando sólo la zona que se está tratando.
-Conviene que lleves ropa cómoda, con la que te sea fácil vestirte y desnudarte.
-Algunos tratamientos, como los de sudación, pueden tener 'daños colaterales' en maquillaje y peinado. No dudes en llevar algo con lo que retocarte.
-Consulta por adelantado sobre la disponibilidad de duchas, necesarias en algunos tratamientos.
No todos somos iguales
Una buena esteticista no se limita a hacerte cualquier tratamiento, sino que estudia tu caso atentamente y te propone unas pautas, no antes de conocer tus hábitos alimenticios, de vida, morfología… Desconfía de quien se limita a recomendar lo más caro, independientemente de tus necesidades.