Sauna, pediluvio, terma... ¿'quién es quién' en un 'spa'?
Te damos las claves de los tratamientos más habituales en los balnearios urbanos
En estos días de otoño, una visita a un spa puede convertirse en una más que relajante alternativa de ocio y bienestar. Tal vez ya has disfrutado de la experiencia en otras ocasiones, pero siempre puedes sorprenderte con nuevas propuestas. Aunque cada centro tiene sus especialidades, a las que bautiza con deliciosos y relajantes nombres, lo cierto es que algunos tratamientos son casi indispensables en todos los centros. Pero, ¿sabes qué se esconde detrás de ellos? Éstos son sólo algunos ejemplos.
Baño turco. Es un baño de vapor que tiene lugar en una sala cerrada en la que la temperatura y la humedad son muy altas, 50ºC y 90%, respectivamente. Favorece la limpieza y descongestión de las vías respiratorias.
Ducha de aceites esenciales. Consiste en la aplicación de agua y aceites esenciales mediante chorros. Tiene efectos hidratantes y suavizantes en la piel, así como tonificantes y relajantes y, además, ayuda a recuperar la energía perdida por el estrés diario.
Ducha escocesa. Ésta es otra de las especialidades de muchos centros, que apuestan por esta ducha circular bitérmica con múltiples chorros de agua a presión que se activan desde abajo arriba, siguiendo un sentido energético desde las piernas a la cabeza. La clave es alternar chorros de agua fría y caliente. ¿El objetivo? equilibrar el sistema circulatorio una vez concluidos los tratamientos de calor. Pero, además, contribuye a modelar y tonifica la figura.
Fangoterapia. Técnica que consiste en la aplicación de diferentes tipos de fangos (barros con un alto contenido en minerales) sobre el cuerpo con efecto relajante, purificante, hidratante, antiinflamatorio y tonificante, entre otros.
Pediluvio. Se trata de un pasillo que tiene un sistema de chorros de agua laterales bitérmicos (se alterna el agua fría y el agua caliente, además de diferentes presiones) y cantos rodados en el suelo que activa la circulación. Con un paso tan sencillo como pasear sobre esas pequeñas piedrecitas mientras recibimos el efecto del agua en las piernas y los pies, conseguiremos prevenir, mejorar y aliviar trastornos circulatorios. Además, se activa la circulación en las plantas de los pies, a la vez que estimulamos los puntos de energía que controlan el resto del cuerpo y eliminamos la sensación de pesadez.
Sauna seca. Es la tradicional sala cerrada de madera con alta temperatura (unos 85º C) y una humedad relativa muy baja. Indicada para limpiar la piel, eliminar toxinas y tensiones a través de la transpiración.
Talasoterapia. Tratamiento de hidroterapia que utiliza agua de mar y/o sustancias marinas como algas, arenas, lodos y fangos con fines preventivos y curativos. Revitaliza los tejidos, suaviza y equilibra la piel, reduce el estrés y el cansancio, trata dolores musculares, articulares y retrasa el envejecimiento de la piel
Ducha Vichy. Es uno de los tratamientos más placenteros y también más demandados de muchos spas, pues con él se consigue una relajación y una tonificación muscular completa. Se recibe en posición horizontal sobre una camilla o un mármol caliente. Allí, comenzarás a recibir sobre tu cuerpo finos chorritos de agua tibia pulverizada desde la parte superior, mientras que un experto procederá a realizarte un placentero masaje. La sensación de las manos del esteticista mezcladas con el efecto del agua es deliciosa y te dejará muy relajado.
Terma. Son espacios con una temperatura de 50º y una humedad de 70% constantes. Al tener estas condiciones tan especiales, no es conveniente estar en ellas más de cinco minutos y, sobre todo, las personas con problemas de tensión alta deben saber que no es lo más conveniente para ellos. Sin embargo, sus beneficios son muchos: activa el sistema circulatorio, hidrata la piel, limpia el organismo de toxinas, favorece la transpiración, limpia y descongestiona las vías respiratorias.