Lo utilizas para hacer zumos y postres, y se convierte en un buen aliado en los meses de frío, por sus altas dosis de vitamina C. Pero, ¿alguna vez te has planteado que el limón puede convertirse en un buen aliado de tu belleza?
No son pocas las propiedades cosméticas de este cítrico, muy utilizado en el mundo de los aromas –en la elaboración de perfumes- y en aromaterapia. Y es que el limón tiene un poder energizante y revitalizante. Pero detrás de él se esconden más propiedades. Te resumimos algunas.
- Ya los egipcios utilizaban productos para el lavado del pelo, y para ello mezclaban agua y zumo de limón. ¿La razón? El ácido cítrico contenido en este alimento permitía la descomposición de la grasa sebácea.
- En verano, puedes potenciar las mechas más rubias del cabello vaporizando un poco de zumo de limón diluido en agua (prueba a mezclar el zumo de un limón en un litro de agua), lo que aclara su color.
- Y si seguimos con el cabello, el agua dura, demasiado rica en cal, se deposita sobre la cutícula del cabello y apaga el brillo. Para contrarrestar sus efectos, usa al menos cada 15 días un champú de arrastre, y, en el último aclarado puedes añadir unas gotas de limón (o de vinagre) para eliminar ese exceso de calcio y potenciar el brillo.
- Si quieres que tus codos y tus rodillas muestren mejor aspecto, corta un limón por la mitad y frótalo en ellos. Su ácido cítrico actúa como exfoliante natural y contribuye a blanquear y aclarar la coloración oscura de estas zonas. Después, aplica crema hidratante. Comenzarás a observar resultados a partir de la primera semana, y en un mes, notarás cómo la piel está mucho más suave y tersa.
- Cuando el tabaco manche las yemas de los dedos y las uñas de nicotina, conviene eliminarla frotando las zonas afectadas con medio limón cada dos o tres días. Este sencillo truco sirve para blanquear la piel.
¿Conoces algún otro uso cosmético del limón?