Adiós a los malos humos
"La principal causa de mortalidad en Occidente tiene un nombre, y es cigarrillo". Así de claro es Valentín Fuster, director del instituto de cardiología del hospital Monte Sinaí de Nueva Cork y presidente de la Federación Mundial del Corazón. Peor aún sabiendo que es altamente tóxico, el hábito del tábaco es muy difícil de abandonar, ¿o no? Con estos consejos no costará tanto sacrificio.
Difícil? Sí. ¿Imposible? No. Dejar de fumar es muy duro. La nicotina es una sustancia altamente adictiva, y a su acción sobre el organismo se unen los hábitos creados a su alrededor. Por eso no te tortures por los fracasos pasados: dejar de fumar para siempre conlleva casi siempre haberlo intentado dos o tres veces antes.
LAS CINCO CLAVES PARA DEJAR DE FUMAR
Esta es la guía de ayuda para abandonar el tabaquismo elaborada por el Servicio Nacional de Salud de los Estados Unidos.
Prepárate.
Pon una fecha fija. Cambia tu entorno: deshazte de ¡todos! los cigarrillos y ceniceros que te rodean, incluido el coche y el despacho. Recuerda tus intentos pasados de dejarlo, y recupera las técnicas que te funcionaron. Y una vez que lo dejes, no vuelvas a fumar. Ni una sola calada. Ni una.
Busca ayuda.
Cuéntaselo a tu familia, amigos y compañeros, y pídeles que no fumen a tu alrededor y te apoyen. No dudes tampoco en acudir a un médico, acupuntor o psicólogo para reducir la ansiedad.
Aprende nuevos hábitos.
Cuando tengas ganas de fumar, busca algo que te distraiga y no te concentres en el ansia por encender un pitillo. Ve a preparar un café, escribe un e-mail a un amigo, llama por teléfono... Al dejar de fumar, altera tu rutina habitual. Por ejemplo, cambia el lugar donde desayunas, sustituye el té por el café, o toma un camino diferente para ir a trabajar. No permitas que el estrés te atrape: date un baño relajante, haz ejercicio, lee un libro agradable. Busca formas de recompensarte por tu esfuerzo e incluye algo agradable en tu rutina de cada día. Y bebe agua en abundancia, te ayudará. .
Recurre a los medicamentos.
Consulta con tu médico sobre la conveniencia de usar parches o chicles de nicotina, que aumentarán tus probabilidades de éxito.
Prepárate para los momentos difíciles.
La mayoría de las recaídas se producen durante los primeros tres meses. Si fallas, no desesperes: simplemente, recupérate y empieza de nuevo. Pero es importante prevenir el peligro. Evita las situaciones que reducen tus probabilidades de éxito. Por ejemplo, beber alcohol o estar cerca de fumadores. No te asustes por el aumento de peso, e intenta evitarlo. Aprovecha para hacer más ejercicio, que además te facilitará dejar de fumar. Y si estás de mal humor, no recurras al cigarrillo, busca alternativas para superar la irritación.
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Pon una fecha fija. Cambia tu entorno: deshazte de ¡todos! los cigarrillos y ceniceros que te rodean, incluido el coche y el despacho. Recuerda tus intentos pasados de dejarlo, y recupera las técnicas que te funcionaron. Y una vez que lo dejes, no vuelvas a fumar. Ni una sola calada. Ni una.
Cuéntaselo a tu familia, amigos y compañeros, y pídeles que no fumen a tu alrededor y te apoyen. No dudes tampoco en acudir a un médico, acupuntor o psicólogo para reducir la ansiedad.
Cuando tengas ganas de fumar, busca algo que te distraiga y no te concentres en el ansia por encender un pitillo. Ve a preparar un café, escribe un e-mail a un amigo, llama por teléfono... Al dejar de fumar, altera tu rutina habitual. Por ejemplo, cambia el lugar donde desayunas, sustituye el té por el café, o toma un camino diferente para ir a trabajar. No permitas que el estrés te atrape: date un baño relajante, haz ejercicio, lee un libro agradable. Busca formas de recompensarte por tu esfuerzo e incluye algo agradable en tu rutina de cada día. Y bebe agua en abundancia, te ayudará. .
Consulta con tu médico sobre la conveniencia de usar parches o chicles de nicotina, que aumentarán tus probabilidades de éxito.
La mayoría de las recaídas se producen durante los primeros tres meses. Si fallas, no desesperes: simplemente, recupérate y empieza de nuevo. Pero es importante prevenir el peligro. Evita las situaciones que reducen tus probabilidades de éxito. Por ejemplo, beber alcohol o estar cerca de fumadores. No te asustes por el aumento de peso, e intenta evitarlo. Aprovecha para hacer más ejercicio, que además te facilitará dejar de fumar. Y si estás de mal humor, no recurras al cigarrillo, busca alternativas para superar la irritación.