La edición 2007 de los Oscar de Hollywood ha estado marcada, en el look de las estrellas de cine, en una elegancia clásica. Y el maquillaje no podía ser menos. Ha habido pocas concesiones (o ninguna) a la fantasía, siquiera a la exageración. El resumen de la gala contiene sin duda las palabras "clasicismo" y "sobriedad", pues ésta ha sido la tónica general.
Labios desnudos. La moda de los tonos "segunda piel", es decir, aquellos que se funden con la carnación natural, ha llegado a las bocas de Hollywood con colores desnudos. El más claro ejemplo han sido las latinas: tanto Penélope Cruz como Cameron Diaz o Jennifer López llevaban labios apenas marcados por colores muy naturales, de textura cremosa y satinada.
El rojo, con delicadeza. Pero no podía faltar el tono de la alfombra roja: el más brillante carmesí. Pero también él ha sido usado con discreción por dos rubias excelsas: Gwyneth Paltrow y Nicole Kidman, o por Maggie Gyllenhaal, que lo usó para resaltar sus ojos azules.
Miradas discretas. Frente al triunfo de los ojos ahumados y marcados de otros años, el maquillaje de los Oscar 2007 ha apostado por sombras en tonos naturales, castaños, y con un simple toque de delineador negro. Pocas actrices optaron por delinear los ojos por completo en negro, como Cate Blanchett o Eva Green, aunque éste sigue siendo un look triunfador. Pero triunfó más el eyeliner, aplicado sólo en el párpado superior, con pestañas muy voluminosas y marcadas.