Entrenar con tu pareja: ¿una buena idea?
En ¡Hola! En Forma queremos ayudarte a que mantengas tu pareja (si es que quieres). El refrán dice que que la pareja que entrena unida permanece unida, pero no siempre es así. Es necesario que se cumplan los tres puntos que encontrarás a continuación para que, además de una pareja sentimental, puedas presumir de tener una pareja de entrenamiento.
1. Objetivos comunes
Si queréis entrenar juntos, tenéis que hacer la misma sesión de ejercicio y, por tanto, tiene que ser una sesión cuyos resultados os favorezcan a los dos. A bote pronto, existen pocas actividades que sienten bien a un miembro de la pareja y mal al otro, pero sí, hay casos. Puede ser que no quieras trabajar los gemelos y tu chico sí o puede ser que tú quieras hacer cardio y tu chico esté loco por ganar un poco de músculo.
2. Nivel similar o regulable
A la hora de practicar un deporte juntos es necesario, para el disfrute de ambos, que el nivel sea similar, de lo contrario, se convertiría en una clase o un entrenamiento solo para el que está en un nivel más bajo. Por ejemplo, una sesión de pesas en la que uno de los dos está acostumbrado y el otro está empezando se acaba convirtiendo en una sesión de entrenamiento personal. Un día vale, pero que uno de los dos esté viendo ralentizado su entrenamiento por culpa del otro suele acabar mal.
Si uno de los dos está empezando, lo mejor es que compartáis actividades en las que el nivel es regulable, como, por ejemplo, una clase de spinning, donde cada uno elige su resistencia, o una clase de pump, en la que cada cual coge un peso acorde a sus necesidades. Es lo bueno de las clases, que, como están pensadas para todo el mundo, permiten entrenar a una pareja unida sacando los dos el rendimiento del 100% a la clase.
Otra buena zona para trabajar en pareja es la zona de cardio, ya que te permite ir a velocidades totalmente diferentes sin separaros, cosa que en la calle no pasa. En la calle, tanto las salidas a correr como las salidas en bici se convierten en un problema si uno de los dos está mucho más en forma que el otro.
3. A los dos os gusta
Estamos de acuerdo en que el zumba es muy divertido, pero a tu chico quizá no se lo parezca. Es importante que ambos encontréis una zona común en vuestros gustos, para que uno no tenga que sacrificar sus gustos por el otro -eso tiene un mal final-.
Por último, recordar que no pasa nada por ir al gimnasio juntos y entrenar separados, cada uno con su plan y reencontrarse en la salida. Muchas veces el intentar entrenar juntos se convierte en un lastre.