A la hora de elegir una máquina para hacer cardio, normalmente la gente busca la que quema más calorías, y, como referencia, tenemos en cuenta las que la máquina registra. Pero lo que marca la quema de calorías es el ritmo cardiaco, que sería algo así como el cuentarevoluciones de un coche.
Así que vamos a buscar otro elemento diferenciador entre las distintas máquinas: el trabajo muscular que realizamos con cada una de ellas. Esto, a la postre, será lo que marcará la forma de las piernas.
Bicicleta elíptica. Tal vez sea la más simpática, la más fácil, la que menos cuesta, pero, a la vez, es la que trabaja el cuerpo de una forma más completa. Esto es debido a que los brazos colaboran en el movimiento. Sin embargo, el trabajo del tren inferior es el menor de las tres que comparamos, porque los gemelos casi no colaboran en el trabajo, con lo que se desarrollan de manera inferior a la de los músculos del muslo. Por último, los glúteos tampoco trabajan apenas.
La cinta. El movimiento de correr es el más completo para la forma de las piernas, pues trabaja de manera muy equilibrada la musculatura de la rodilla y del tobillo, es decir, muslos y pantorrillas. No es un ejercicio que nos de volumen a la musculatura, así que podemos decir sin miedo a equivocarnos que te van a dejar unas piernas estupendas. El pero de la cinta es que apenas implica la musculatura de los glúteos, salvo que hablemos de carrera muy rápidas, que no suele ser el caso. Además, es la que tiene mayor impacto en las articulaciones de las piernas, así que es bueno combinarla con alguna de las otras dos opciones.
La bici. Con el nacimiento del spinning empezó a dispararse la afición por esta máquina, pero, ahora, con la afición creciente al triatlón y a las salidas en bici, estamos ante otro crecimiento importante de su uso. La bici tiene unas ventajas muy importantes. La primera es que en su versión outdoor es muy entretenida y puedes estar dos horas pedaleando sin que se te haga aburrido; eso supone un aumento del gasto de calorías más que importante. Y hablando exclusivamente del aspecto de las piernas, la bici trabaja muy bien la zona del cuadríceps externo, mucho más que la parte interna, por lo que sería conveniente compensar con unas series de extensión de piernas en máquina. Por lo demás es otro excelente ejercicio.