Se cumplieron todos los pronósticos. Tras recibir todos los reconocimientos de la crítica y el público, estos premios podía decirse que estaban casi cantados. En el caso de Mahershala Ali, existía una mínima duda al competir con el británico Dev Patel por su papel en Lion, pero apostar por Viola Davis era hacerlo sobre seguro
La 89 edición de la gala de los Oscar 2017 quiso empezar fuerte y, tras un número musical de lo más divertido en el que todos los invitados se levantaron de sus asientos, el actor Mahershala Ali recibía la primera estatuilla de la noche gracias a su interpretación por Moonlight. Alicia Vikander, ganadora del Oscar a mejor actriz de reparto en 2016 por La chica danesa, hacía entrega del galardón al mejor actor de reparto.
Ya lo dijo este actor de 42 años, que en su primera nominación se ha alzado con el preciado galardón: "Es el guión más hermoso que he leído jamás, me hizo llorar”. Este actor, conocido por series televisivas de éxito como House of Cards y Luke Cage, quiso dedicarle el premio a su mujer, la compositora y artista Amatus Sami-Karim, con quien se casó en 2013 y gracias a la cual se convirtió en padre el pasado 22 de febrero. "Gracias a mi mujer. Solo hace cuatro días que hemos sido padres. Quiero darle las gracias por haberme ayudado tanto", confesaba nervioso el actor.
Mark Rylance, ganador del Oscar en la pasada edición por El puente de los espías, fue en este caso el encargado de hacer entrega del Oscar a la mejor actriz de reparto. Un premio que fue a parar a manos de Viola Davis, que esta vez sí, a la tercera consiguió su ansiada estatuilla. Después de sus nominaciones en La duda y Criadas y señoras, logró su Oscar por su brillante interpretación de Rose en Fences, el mismo personaje con el que en 2010 ganó su segundo Tony .
Esta actriz de Carolina del Sur que siempre ha presumido de sus orígenes humildes consigue a sus 51 años el máximo galardón interpretativo. Con sólo 9 años ganaba el primero de una gran lista de premios que seguro seguirá aumentando. Visiblemente emocionada, Viola, que lucía un impresionante diseño de Armani Privé en color rojo, subió al escenario para dedicarle el premio al guionista Gus Wilson; a su compañero y director de la película, Denzel Washington, que tampoco pudo contener las lágrimas; a su marido, Julius Tennon y a su hija de cinco años, Genesis: "Me convertí en artista porque es la única profesión que celebra lo que significa vivir la vida", admitía entre lágrimas la ganadora de la mejor actriz de reparto.
La actriz, rebosante de felicidad, posaba para la prensa con su galardón y allí, nuevamente, hacía gala de lo importante que era este momento en su carrera. Tras alzarlo una y otra vez e incluso abrazarlo como si tuviese miedo a que alguien se lo arrebatase, Viola Davis demostraba una vez más por qué esta noche es tan especial.