Por LaVanguardia.com
Barcelona. (Redacción y agencias).- Obras de mejora en varios puntos del Park Güell han despertado recelos en los barrios colindantes. El Ayuntamiento de Barcelona financia diversas actuaciones de mantenimiento, restauración y conservación arquitectónica en el recinto modernista, que coinciden con la reparación de la cubierta de la Casa-museo, que depende de la Fundación de la Sagrada Familia. La ausencia de avisos o carteles informativos ha alarmado a la plataforma Defensem el Park Güell, contraria al proyecto municipal para cobrar entrada a los no barceloneses que visiten la zona monumental.
Según fuentes del consistorio, no se han colgado avisos por tratarse de obras incluidas en la contrata de mantenimiento ordinario, que supone un coste de 490.619 euros anuales. También señalan que no tienen nada que ver con el acceso de pago y que tienen lugar cada septiembre para compensar el desgaste durante la temporada alta de turismo. La plataforma colgó este martes en su web un vídeo de las obras, en el que acusa al Ayuntamiento de hacerlas "con el fin de privatizar el parque". "Como no cuenta con el apoyo de la mayoría del pleno en este tema, las obras se hacen mal, rápido y a escondidas de los vecinos", reza el vídeo.
Las obras programadas consisten en la restauración y mantenimiento de las columnas y del 'trencadís' de bancos y escaleras, la retirada de elementos (bolas, bancos, etc) del paseo de las Palmeras, mejoras enla Casetadel Guarda y el refuerzo de los pilares del viaducto y de los balcones. Este miércoles han empezado otra actuación paralela para renovar el pavimento de arena de los Jardines de Austria, justo al lado de la zona monumental. Durarán hasta finales de diciembre y supondrán el cierre temporal de los jardines.
El acceso de pago, en primavera
El proyecto de cobrar entrada a los visitantes que no residan en la ciudad sigue en marcha y su aplicación está ahora prevista “para marzo o para la primera mitad de2013”, tras el último aplazamiento anunciado. “Tenemos el compromiso de informar antes a los vecinos, a través de la mesa de diálogo, y así lo haremos”, promete el Ayuntamiento. La principal dificultad del proyecto es hallar una fórmula jurídica que permita el acceso libre a los barceloneses sin vulnerar la directiva europea que prohíbe cualquier tipo de discriminación entre ciudadanos de la UE.
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