Diego Giménez
"La libertad de expresión está amenazada". Así se ha manifestado el cofundador de Wikileaks, Julian Assange, que ha asegurado hoy en una declaración en la embajada ecuatoriana que le da asilo, que "EE.UU. debe renunciar a la caza de brujas sobre Wikileaks". Assange se ha dirigido al público desde un balcón en la embajada del país sudamericano, ya que, de hacerlo fuera, se arriesgaba a ser detenido por la policía inglesa.
Assange ha sido recibido entre vítores al salir al balcón y ha comenzado la comparecencia recordando que "está aquí (en la embajada) porque no puedo estar allí con vosotros". El cofundador de Wikileaks ha tenido palabras de agradecimiento a todas las personas que se congregaban para darle apoyo.
"Después de la amenaza vinisteis a vigilar. Habéis tenido todas las miradas aquí. Gracias a vosotros el Reino Unido no violó la convención de Viena", ha asegurado Assange que ha remarcado que tiene sentido defender lo que se cree justo. "Recordad la vigila en la oscuridad delante de la embajada de Ecuador", ha enfatizado.
"La libertad de expresión está amenazada", ha continuado Assange que ha resaltado que "queremos reafirmar los valores revolucionarios sobre los que se fundaron los EE.UU.". "Hemos de volver a la libertad... Por lo que pido a Obama que haga lo correcto" ha continuado el cofundador de Wikileaks tras afirmar "los EE.UU. deben renunciar a las casa de brujas sobre Wikileaks".
En este sentido ha asegurado que "EE.UU. ha de declarar delante de todo el mundo que no perseguirá a los periodistas porque iluminan en la oscuridad en que se encuentra el poder".
Assange también agradeció al presidente Correa y al pueblo ecuatoriano por el coraje demostrado en asumir el asilo. El cofundador de Wikileaks ha tenido palabras para la Organización de Estados Americanos (OEA) que ha convocado a los cancilleres de América el próximo 24 de agosto en Washington para estudiar la crisis entre Ecuador y el Reino Unido por el asilo. De esta manera, Assange también ha mostrado su agradecimiento a Argentina, Brasil, Perú, Bolivia, Nicaragua, México y todos los países latinoamericanos que le han dado su apoyo.
"Llegará un día en el que se respeta la justicia", ha manifestado Assange que agradeció también el apoyo de todas las personas que lo hacen cuando sus países no.
Poco antes de la comparecencia del cofundador de Wikileaks, el exmagistrado de la Audiencia Nacional y abogado miembro del equipo de defensa de Assange, Baltasar Garzón, aseguró, en una declaración pública frente a la embajada, que “Assange no se ha negado a responder a Suecia. Sólo pide garantías mínimas".
La comparecencia del cofundador de Wikileaks se esperaba con mucha expectación desde que Ecuador accedió a dar asilo a Assange porque, en palabras del presidente del país andino, Rafael Correa, "no había garantías" de que el Reino Unido y Suecia no entreguen a Assange a un tercer país donde su vida podría correr peligro o donde no se le garantice un debido proceso.
La decisión de Ecuador llevó al gobierno inglés a enviar una carta en la que, según el gobierno de Correa, se amenazaba de entrar en la embajada para cumplir con la orden de extradición de Assange. Amenaza que el gobierno ecuatoriano tildó de "grosera e intolerable".
Este domingo por la mañana el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño aseguró que el país andino estaba abierto al diálogo con en el Reino Unido en el caso que se retirase la amenaza de intervención en la embajada. En este sentido, sostuvo desde Guayaquil, en palabras que repetiría Garzón, que intentaban "obtener una declaración de garantías para la vida del señor Assange, de que no lo extraditaran a un tercer país".
EE.UU. se hace la 'sueca'
Por su parte, Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, aseguró ayer sábado que "en estos momentos Estados Unidos lo ve como un problema que debe resolverse entre el Gobierno británico, el Gobierno ecuatoriano y el Gobierno sueco". Por lo que, añadió, "no hemos intervenido en esta cuestión y no dispongo de ninguna indicación sobre si es una cuestión en la que intervendremos".
Apoyo de la ALBA
El apoyo a la decisión de Correa se manifestó por parte de los países latinoamericanos a través de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que se reunió ayer sábado en Guayaquil para analizar la situación. Este domingo lo harán en el mismo lugar los representantes diplomáticos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
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