Francesc Bracero
A las cero horas y un minuto de la pasada noche, los primeros compradores españoles del iPhone 4S tuvieron en sus manos el último móvil de Apple, un icono tecnológico de la época, presentado tan sólo dos días antes del fallecimiento de su precursor, Steve Jobs. Hace dos semanas se vendieron cuatro millones de unidades durante los dos primeros días de su lanzamiento en Estados Unidos. La característica más asombrosa de este terminal –idéntico por fuera al modelo anterior, el iPhone 4– es Siri, un asistente virtual que ejecuta multitud de tareas del teléfono y que entiende y responde con un lenguaje natural. Todavía no funciona en castellano ni catalán.
A Siri se le pueden pedir cosas como fijar o modificar una cita en el calendario, la conversión de una determinada cantidad de moneda a otra, el tiempo meteorológico en un lugar y día concreto, fijar una alarma o temporizador, localizar a alguien en un mapa, responder un mensaje con el texto que uno le dicte o encontrar información sobre cualquier cosa que a uno se le ocurra. Todo eso y bastante más. Está integrado en 13 aplicaciones del teléfono.
Las respuestas de Siri suelen ser precisas y, según las peticiones, hasta irónicas. Por ejemplo, si usted le dice "estoy bebido", Siri puede responderle –las respuestas pueden variar– con una lista de compañías de taxi.
"¿Quieres casarte conmigo?", han llegado a preguntarle a Siri. Una de sus respuestas a esta proposición ha sido que "el matrimonio no está incluído en las condiciones de uso" del móvil. Pregúntele por el sentido de la vida y es posible que le responda que "que hay una aplicación para eso" o le invite a estudiar filosofía en una universidad.
Al margen de estas anécdotas, Siri puede ofrecer respuestas muy rápidas a muy cuestiones concretas. Utiliza la web semántica Wolfram Alpha. La mala noticia es que, de momento, sólo habla en tres idiomas: inglés (de Reino Unido, de Estados Unidos y de Australia), francés y alemán. La versión en castellano llegará durante el 2012 aunque Apple no tiene todavía una fecha aproximada. Los responsables de la compañía también aseguran que trabajarán en la versión en catalán.
Otro punto fuerte del nuevo móvil es la cámara. Desde que Apple lanzó el iPhone en el 2007, el registro fotográfico es uno de los elementos que ha sido más mejorado. Ahora, el móvil de la manzana lleva una cámara de 8 megapíxeles que rivaliza en resultados con algunas compactas y que filma vídeo en alta definición 1080p con estabilizador y resultados hasta hace poco inimaginables para un móvil. El nuevo terminal es muy rápido, un 33% más que el anterior, que no era lento. Lleva el procesador de doble núcleo A5 de Apple.
Una de las cuestiones que se puede plantear un comprador que ya tenga el iPhone 4 es si las nuevas funciones del iPhone 4S valen tanto la pena como para plantearse un cambio de terminal. En muchos casos, la respuesta es que no. Dependerá del uso que cada usuario dé al móvil y de su capacidad económica.
Leer más noticias en LaVanguardia.com