Los 'fans' de Knut, en pie de guerra con el zoo de Berlín
El director del centro quiere disecar y exhibir al animal | Sus seguidores reclaman un entierro
Barcelona (Redacción).- Muchos echan de menos a Knut, el oso polar más famoso del mundo, al menos en los últimos cuatro años y medio. Su breve historia, marcada por el drama desde los inicios (su madre no le quiso al nacer y fue criado por los trabajadores del zoo de Berlín), ha estado constantemente envuelta por la polémica. Hoy, casi un mes después de su fallecimiento (19 de marzo), la controversia continúa.
El director del zoológico de Berlín, Bernhard Blaszkiewitz, ha explicado que va a "dermoplastificar" al animal para exponerlo en el museo de las instalaciones que dirige. Se trata de una medida que nace con el objetivo de atraer a más turistas. Blaszkiewitz, que entre otras cuestiones registró el nombre 'Knut' como marca (que cotizó en la Bolsa berlinesa) y vende peluches del oso a 20 euros la pieza, ha encendido con sus decisiones y sus declaraciones los ánimos de los seguidores del mamífero. "El problema está en que la gente proyecta sus sentimientos humanos en los animales", ha señalado a The New York Times. Asimismo, ha expresado su asombro por todos los "regalos tontos" depositados por los que velan al animal en las puertas del zoológico, que van desde velas, a flores, globos blancos, carteles y fotografías.
En el otro lado de la barrera del zoológico están los fieles seguidores de Knut. Reclaman que sea enterrado y no exhibido tras una vitrina. Consideran que dermoplastificarlo es convertirlo en un peluche, en un juguete. "Nuestro principal objetivo es impedir este tipo de tratamiento para Knut", ha manifestado a la agencia de noticias Dpa el activista Jochen Kolbe, de 31 años, quien encabeza el movimiento de protesta para bloquear la proyectada taxidermia. "Cuando alguien de tu familia muere no le quieres ver metido en un museo", ha explicado. "Knut no sólo es un oso polar para la gente, es un amigo, un miembro de la familia", ha opinado.
Las protestas frente a la entrada del zoológico berlinés han llegado a concentrar a un centenar de personas. Quieren que se entierre a Knut. Doris Webb, quien también se manifiesta por detener los planes de Blaszkiewitz, explica que es consciente de que a la mayoría de los ciudadanos su reivindicación les pueda parecer ridícula. "Hay un montón de gente que me pregunta: '¿cómo puedes estar tan mal cuando tantas personas están muriendo en Japón?'. Y yo les contesto: '¿qué sabes tú sobre cómo me siento acerca de lo que ocurre en Japón?'. Estoy sufriendo por un oso muy especial", asegura en declaraciones recogidas en el diario estadounidense.
Sin embargo, los planes del director del zoológico berlinés no parece que vayan a detenerse. Blaszkiewitz únicamente espera que todo el "alboroto" termine en un momento u otro dado que el cadáver de Knut ya ha sido trasladado a un centro especial para realizarle el tratamiento. "Es solo un oso polar, un oso polar especial, pero un oso polar al fin y al cabo", ha sentenciado.
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