Toñi Salazar ha desvelado en diversos medios el drama que ha vivido su sobrino Boby, el hijo que su hermana Aurelia, ya fallecida, dio en adopción cuando a penas tenía dos años. Según cuenta en la revista Lecturas, Boby, de 35 años, ha crecido entre insultos y humillaciones hasta que sus padres adoptivos, que jamás aceptaron su discapacidad intelectual, le echaron de casa