El Duque de Alba sigue igual de enamorado que entonces de este preciado tesoro que cuida con esmero y mantiene reluciente y en perfecto estado de revista, listo para surcar las aguas en cualquier momento. Y eso ha hecho. A finales de septiembre, el mayor de los Alba se desplazó hasta Marbella para despedir el verano al timón de su navío, como reflejan estas imágenes