Carlos Fitz james-Stuart, el actual Duque de Alba, tiene una debilidad, su barco, el 'Ayax III', un navío que le acompaña desde la década de los 80, aunque fue construido años antes, y que esta considerado como una joya vintage. Con sus hijos comparte una lancha más moderna e incluso más rápida, pero el 'Ayax III', como el mismo asegura, “tiene para mi un valor incalculable porque es sentimental”.
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En este barco navegó junto a sus madre, doña Cayetana, y sus hermanos cuando pasaban todos juntos las vacaciones en Marbella. Con ellos salía a altamar por la costa mediterránea para pescar, darse o un baño o simplemente pasear disfrutando de la brisa y los paisajes. En esta embarcación han seguido los Alba año tras año la procesión de la Virgen del Carmen que salía del puerto Pesquero para llegar hasta Puerto Banús y volver a su atraque.
Hoy, el Duque de Alba sigue igual de enamorado que entonces de este preciado tesoro que cuida con esmero y mantiene reluciente y en perfecto estado de revista, listo para surcar las aguas en cualquier momento. Y eso ha hecho. A finales de septiembre, el mayor de los Alba se desplazó hasta Marbella para despedir el verano al timón de su navío, como reflejan estas imágenes.
En él posa orgulloso y satisfecho al tiempo que asegura que en su cubierta es en uno de los lugares donde más feliz se siente. Sin problemas, con una sonrisa y ese porte aristocrático que le caracteriza, el Duque de Alba sigue los pasos de su madre y se embarca en un paseo donde sus ojos se deleitan con las vistas de esta famosa localidad de la Costa del Sol.
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No necesita lujos, vestido con un polo y bañador, recupera con estas vacaciones marineras las fuerzas y el ánimo necesario para enfrentarse a la responsabilidad de ser el jefe de una de las familias de mayor raigambre de nuestro país: los Alba.