Mireia celebró su triunfo con sus familiares y su novio, el piragüista Javier Hernanz, miembro del K-4 español que competirá en Río, que llegó a la piscina justo para verla competir. "No sé ni dónde estará, por ahí estará; sé que mis padres están ahí", contó. Y corrió hacia ellos para fundirse en un fuerte abrazo y recoger la bandera de España que le entregó su padre