Médicos, equipos de rescate y fuerzas armadas llevan esperanza a un Haití sumido en la pobreza, el caos y la destrucción
El ex presidente estadounidense Bill Clinton, acompañado por su hija Chelsea, coordina en el país el reparto de la ayuda humanitaria como enviado especial de la ONU
Los equipos de rescate trabajan a contrarreloj tratando de encontrar posibles supervivientes
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Muchos de los supervivientes al terremoto se han concentrado en pequeñas ciudades formadas por improvisadas tiendas en las que el ejército estadounidense reparte agua y alimentos
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En Puerto Príncipe, capital del país y lugar que resultó más afectado por el seísmo, se han desatado actos de pillaje. Muchos han sido los establecimientos en los que se ha podido ver a la gente llevándose cajas de alimentos
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Ha pasado ya una semana desde el devastador terremoto que azotó Haití y la población que sobrevivió a la tragedia aún vive entre la incredulidad por lo acontecido y el dolor no sólo de sus heridas sino también por la pérdida de sus seres queridos y sus hogares
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A través de su fundación, y como enviado especial de la ONU, el ex presidente Bill Clinton llegaba ayer a Haití a bordo de un avión cargado con ayuda humanitaria acompañado de su hija Chelsea
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Clinton se encargó de supervisar la descarga del material y de que se distribuyera principalmente en el Hospital General de Puerto Príncipe, donde pudo comprobar personalmente la situación de los heridos y la falta de medios con los que cuenta el hospital
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En medio del caos y la destrucción, los niños se han convertido en un símbolo para la esperanza en Haití. Los médicos desplazados allí han expresado su asombro ante la fortaleza mostrada por los más pequeños
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Sorprende ver por las calles de Puerto Príncipe a muchos niños con una sonrisa dibujada en el rostro, a pesar del enorme sufrimiento que muchos de ellos están atravesando
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El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, junto al presidente de Haití, René Preval. Ban Ki-Moon ha visitado el país caribeño para ver en primera persona la destrucción en el país y mantener un encuentro con los supervivientes del terremoto