Omar Montes muestra su faceta más dura en 'Supervivientes' para defender la comida

La cuenta atrás para la gran final de Supervivientes ha comenzado y la situación no ha podido tornarse más surrealista. Durante estos dos meses y medio de concurso, Omar Montes se ha mantenido en un perfil de mediador, apartándose de los conflictos y contentando a sus compañeros diciéndoles a cada uno exactamente lo que querían escuchar. Su exsuegra Isabel Pantoja le llamaba la atención recientemente por no posicionarse a su lado en uno de los últimos conflictos vividos en la isla, mientras Dakota le pedía que sacase algo de carácter de vez en cuando y no estuviese siempre entre dos aguas. Por fin, Omar ha estallado. Pero su rival no ha sido ninguno de los pocos concursantes que aún continúan en Honduras. Un pelícano hambriento se ha acercado a pescar a la orilla de playa uva y el ex boxeador se ha enzarzado en una cómica discusión con él para evitar que se llevase los pocos peces, que según él, quedan en la isla.

"Míralo. Se los come todos. ¿Por qué no pescamos peces aquí en la orilla? Porque se los comen ellos. ¿Por qué te piensas que antes pescábamos y ahora no? Desde que llegaron ellos no se puede pescar", decía el cantante a Fabio mientras le explicaba su teoría. "Sí, nos roban todos los peces, seguro", contestaba irónico el argentino mientras su compañero empezaba a encrespar al animal – que confundió con un cóndor-. "¡A ver si te sienta mal! ¡Que te sienten mal esos peces! ¡Te salga la luna llena, mal encuentro tengas", continuaba maldiciendo mientras sus compañeros reían de la situación.

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El cantante empezó a enfadarse con el pelícano, que miraba al grupo tranquilamente desde la playa. Algo que irritó al ex de Isa Pantoja, que consideró que no podía consentir que el ave le echara tal pulso. "Me cago en la mar… Se va a reír de mí, el mortaja…", decía antes de levantarse corriendo hacia él gritando que le iba a practicar una autopsia para quitarle los peces. "No te quiero ver más por aquí, ¡eh! Se cree que se va a reír… Ya está bien, me da igual que vengan más, ¡como si viene con su primo! Se creen los dueños de la isla. Ya está bien, tanto rollo, tanta película y tanta formalidad que tienen, ¡hombre ya!", añadía mientras el pelícano se alejaba volando. "Ya están avisados, conmigo no van a pescar más, porque no", sentenciaba. Poco después añadía ante las cámaras que su solución ideal era hacer turnos para que ningún pelícano se acercase más a la orilla de la playa: "Nos ponemos ahí y cada vez que se arrimen un poquillo al agua y… ¡bú! Les das un pequeño sustillo pa que se vayan volando. Eso es mano de santo, seguro que así tendríamos muchos más peces."