Irene Villa cuenta en ¡HOLA! cómo habla con sus hijos de los terroristas que atentaron contra ella: 'El mayor me preguntó si están en la cárcel'

Palabras como 'odio' o 'rabia' no están en el vocabulario de la periodista y psicóloga, que no duda en educar a sus tres hijos, nacidos durante su matrimonio con Juan Pablo Lauro, en el perdón

Por hola.com

Irene Villa ha concedido una entrevista a la revista ¡HOLA! en la que habla con gran entereza del atentado que sufrió cuando tenía 12 años. Una bomba de ETA le arrancó las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda, además de causarle graves heridas por todo su cuerpo. Y aunque su vida dio un giro radical, todo lo que se ha propuesto desde entonces lo ha conseguido gracias a su enorme fuerza de voluntad, haciendo realidad sus sueños uno a uno, con constancia y, sobre todo, con muchas ganas de superarse. Irene es una mujer fuerte que no duda en contar a sus hijos lo que ocurrió aquel 17 de octubre de 1991 cuando varios artefactos estallaron en el madrileño barrio de Aluche. “Sí. Se lo he explicado tal y como ocurrió. A mí nadie me maquilló la vida y soy una persona feliz. No hace falta hacerles débiles y contarles milongas para que no se traumaticen, no sufran, no piensen… Yo se lo he contado tal cual es”, dice.

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Irene no se ha dejado llevar en ningún momento por el rencor, al contrario, siempre se ha guiado por esta premisa: “Si quieres ser feliz un día, véngate, y si quieres ser feliz para siempre, perdona”. La periodista y psicóloga perdonó a los terroristas para tener una vida plena. “Bastantes cosas tengo amputadas, dedos, piernas..., como para tener mi corazón amputado", expresó en una de sus conferencias. Palabras como “odio” o “rabia” no están en su vocabulario y educa a sus hijos en el perdón. “Les habló del perdón como una cuestión diaria. Hay que perdonar y aprender a perdonarse a uno mismo. También les enseño a no hablar de culpables sino de responsables. El lenguaje es muy importante. Que no sirve de nada buscar culpables, ni quejarte, ni ir por la vida con la culpa, con la queja, con la ira…”, señala en ¡HOLA!.

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María Jesús González, la madre de Irene también resultó herida en el atentado. Como cada día, María Jesús iba a dejar a su hija en el colegio, camino de su trabajo en la oficina del DNI de la comisaría de Los Cármenes, pero nunca llegaron a su destino. Irene, que ahora tiene 40 años, explica a sus hijos de la manera más natural posible el motivo de sus heridas. “El mayor me preguntó: ‘¿Por qué no tienes pies, mama?’, y fue muy gracioso porque dijo pies. Se lo contamos entre Juan Pablo y yo. Le dijimos que había una época en la que había gente que hacía daño a otras personas, pero que, afortunadamente, ya no es así. Y él me preguntó si están en la cárcel”, relata. Aunque no se pudo determinar quienes fueron los culpables y su caso ha prescrito, Irene responde así a la duda de su hijo: “Le dije que sí, para que crea en la Justicia, aunque cuando sea un poco más grande le tenga que explicar que no. Que el atentado prescribió sin culpables. Pero como eso es una injusticia, prefiero que lo sepa más adelante”.

Yo quiero que crezca sabiendo que el mal existe, pero también que el que la hace la paga. Y que lo que hay que hacer es el bien, para que tú también recibas el bien. Y que no hay necesidad de vengarse ni de mantener rencor ni odio en tu corazón, porque ahí el único que lo sufrirás serás tú. Y hay que dejar las cosas malas, en manos de la Justicia, que para eso hay Justicia y un Estado de Derecho”, concluye.