Kiko Rivera e Irene Rosales forman una de las parejas más fuertes de Gran Hermano Dúo. El matrimonio entraba justamente hace una semana en la Casa de Guadalix de la Sierra, dispuestos a llegar a la final y conseguir el ansiado maletín de esta primera edición de GH en parejas. Un dinero con el que pretenden saldar una importante deuda con Hacienda que acarrean desde hace años, aunque ello implique separarse de sus hijas durante tres meses. Los primeros días de 'reality' transcurrieron con normalidad, sin embargo, el recuerdo de las pequeñas Ana y Carlota ha empezado a pesar demasiado para su madre, que ha necesitado entrar en el confesionario para desahogarse.
"La otra noche estuve hablando con Sofía y me acordé mucho de mis hijas. Las empiezo a echar mucho de menos. Tuve una conversación con ella que me encantó, porque la verdad no me lo esperaba para nada. Es una chica supersensible, que adora por encima de todo a su madre y, como hablaba como hija, empecé a acordarme de las mías y pensé, ojalá las mías hablen algún día así de mí" comenzaba diciendo la modelo entre lágrimas. "En la Casa estoy superbién, pero es pensar en las niñas… y me vengo abajo. Estos días no he querido pensar en ellas, pero en cuanto se toca un poquito el tema…", añadía mientras se secaba los ojos.
Kiko e Irene intentaron aprovechar al máximo las últimas horas con sus hijas antes de entrar en la Casa de Guadalix de la Sierra. Poco antes de partir hacia Madrid, el matrimonio publicó en redes sociales una imagen con sus hijas en brazos, lanzándoles un tierno mensaje. Pero las muestras de cariño hacia sus pequeñas no han quedado ahí. Hace unas horas, la pareja compartía un vídeo a través del perfil de la modelo a lo que más quieren en la vida. "Esto es un vídeo para Instagram, para mandarles un besito muy fuerte a nuestras niñas, a nuestras Ana y Carlota", comenzaba Irene segundos antes de que Kiko la interrumpiera y mencionase también a su hijo Francisco, fruto de su relación con Jessica Bueno. "Os echamos mucho de menos, tenemos muchas ganas de veros y abrazaros", concluían mientras mandaban besos a la pantalla del teléfono.
La reacción en casa de Irene y Kiko no se ha hecho esperar. A través de la cuenta del Dj, la hija mayor del matrimonio contesta alto y claro. "¿Quién va a ganar Gran Hermano?", pregunta una voz masculina a la niña, de tres añitos. "¡Papá y mamá!", responde ella entusiasmada. Carlota, que el próximo 30 de enero cumplirá su primer añito con la gran ausencia de sus padres, aún es demasiado pequeña para poder mandar mensajes de ánimo a Kiko e Irene, aunque, salvo que la dirección de GH Dúo lo decida, los concursantes no podrán recibir el mensaje de ánimo que probablemente más impulso pudiera darles para continuar en el 'reality' con las pilas cargadas.