¿Puede conducir así? Irina Shayk, la alumna con más estilo de la autoescuela
La modelo rusa se ha apuntado a la autoescuela y la hemos visto dando clases por las calles de Los Ángeles con un 'look' que no ha pasado desapercibido
¡Antes muerta que sencilla! Eso es lo que ha debido pensar Irina Shayk, a la que hemos visto dando clases de conducir por las calles de Los Ángeles con un look que no ha pasado desapercibido. La modelo rusa, de 31 años, ha decidido sacarse el carné y se ha apuntado a una autoescuela, la Westwood Driving School, que la está ayudando en su cometido. Para ir a su clase práctica, Irina se puso un total-look negro, combinando un cómodo pantalón ancho y una camiseta básica de manga larga con unas modernas gafas de sol. Hasta aquí todo correcto, pero hay un detalle que nos ha llamado mucho la atención.
Se trata ni más ni menos que el calzado que la top eligió, unos slippers de piel negra con adornos de pelo (su precio es de 795 euros), que no parecían muy cómodos para conducir, ya que, al dejar el talón al descubierto, probablemente le resultaría algo complicado pisar los pedales. ¿No te parece? Pero Irina es fiel seguidora de las últimas tendencias y es por ello que no quiso descuidar su estilismo, ni siquiera para ir a la autoescuela. Además, llevaba la melena recogida en un moño informal y completó su outfit con un bolso en tamaño 'mini', también de color negro. ¡Ella sí que sabe cómo convertirse en el centro de todas las miradas!
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La top rusa no puede dejar de sonreír y es que no cabe duda de que está viviendo una de las etapas más especiales de su vida. Irina y Bradley Cooper dieron la bienvenida a su primer hija el pasado mes de marzo. La pequeña, a la que le pusieron el nombre de Lea de Seine, es una muñeca y está de lo más simpática, tal y como pudimos ver a principios de septiembre durante un paseo con su mamá por las calles de Nueva York. Recientemente, la pareja fue fotografiada mientras disfrutaban de un paseo en familia a la orilla del mar en las playas de Malibú. Irina, que regresó a su trabajo como modelo en tiempo récord después de ser madre y ha demostrado lo bien que se ha recuperado, y Bradley, que acaba de rodar la película Ha nacido una estrella, están en una nube y aprovechan todo el tiempo libre que les dejan sus respectivas agendas para disfrutar al máximo de los primeros meses de vida de su hija.