“La información es fiel a la realidad, lo que me sorprende es que se haya filtrado, pretendíamos mantenerla en silencio porque queríamos que sucediese en la intimidad de la familia, pero no ha sido posible”, con estas palabras el presentador confirmaba la noticia que ayer llevaba en portada LOC: Pepe Navarro no es el padre del hijo de Ivonne Reyes, según un análisis de ADN de muestras del joven recogidas por un detective privado.
Fue en 2012 cuando la justicia atribuyó en una sentencia la paternidad del hijo de la venezolana al conductor de programas como Esta noche cruzamos el Mississippi o Gran Hermano, que entonces se negó a realizarse la prueba de ADN. “Cometí el error de no hacerme la prueba, lo asumí y asumí el castigo. Lo que era un castigo extra era ver a esta señora en televisión descalificando, mintiendo e insultado permanentemente. Eso hiere a cualquiera y, sobre todo, a una hija que ama a su padre”, confesaba a Isabel.
Precisamente la duda sobre por qué no se hizo en su momento dicha prueba es una de las cuestiones que ha querido zanjar en esta primera intervención pública. “No me hice la prueba porque creía que era imposible demostrar que yo era el padre de ese hijo porque no había habido ningún tipo de relación”.
Ahora ha sido la hija mayor del presentador, de 21 años, quien ha presentado el recurso de revisión de dicha sentencia presentándose como perjudicada por la condición de medio hermano atribuida por la Justicia al hijo de Ivonne. “Ella ha intentado reivindicar los derechos que le asisten y se encuentran en la ley, y tanto su madre como yo la hemos apoyado en esta decisión”.
Esta noticia no sólo afecta a la familia de Pepe Navarro también al hijo que tiene la modelo y presentadora, que actualmente está encerrada en la casa del programa Gran Hermano VIP, en Guadalix de la Sierra.
El niño y el segundo hijo del también periodista y escritor se hicieron amigos y, precisamente por motivos como este, Pepe intentaba comunicar al menor la noticia de la manera más adecuada: “No querría estar en la piel del chico. Mi intención era esperar a que cumplieses 18 años y comunicarle entonces que yo no era su padre y que tomase las medidas pertinentes o investigase lo que quisiese, pero mi hija se ha adelantado porque ella quiere vivir en paz para que esta señora nos deje tranquilos y deje de hablar de su padre públicamente”.