¡Cómo han crecido! Los hijos de los Beckham, el gran cambio de unas pequeñas estrellas
No hay nadie que conozca a sus hijos mejor que una madre. Así que cuando Victoria Beckham comenta en las redes sociales que sus "bebés se están haciendo mayores" sabe bien de lo que habla. No hay más que ver las imágenes más recientes de los hijos de David y Victoria para comprobar que tiene toda la razón. Y es que en esta fotografía que la diseñadora y ex Spice ha compartido en sus redes sociales no vemos a tres niños pequeños, sino a tres chicos que, como su hermana menor, han crecido mucho en los últimos años y muestran un gran cambio que nos recuerda que el tiempo pasa muy deprisa.
Romeo Beckham, el segundo hijo del exfutbolista y la diseñadora, ha soplado este martes las velas de su 13º cumpleaños. Para celebrarlo, sus padres han compartido en las redes sociales mensajes felicitándole y bonitas fotografías de este día. Globos de colores y una reunión familiar para celebrar que Romeo ya es casi un hombre, además de dedicatorias que dejan claro lo orgullosos que están de él: "Mi hombrecito cumple 13 hoy... ya en su adolescencia y todavía es un fan del Arsenal. ¡Feliz cumpleaños!", escribió David, mientras que Victoria también tuvo unas palabras para él: "Estamos muy orgullosos y te queremos mucho, mucho".
Con solo 13 años Romeo puede presumir de tener un "currículum" que pocos niños de su edad poseen. El hijo mediano de los Beckham es un icono de la moda infantil, y las pasadas Navidades repetía como imagen de la marca británica Burberry. Está claro que, con una madre diseñadora y un padre a quien las firmas de moda se rifan, Romeo tiene el factor fashion en los genes, además de haber heredado los atractivos rasgos de David y Victoria, a quien cada día se parece más.
Parece que está dispuesto a seguir los pasos de su hermano Brooklyn, aunque lo cierto es que tiene el listón muy alto. A sus 16 años, el mayor de los chicos Beckham es todo un ídolo en las redes sociales, con más de 4 millones de seguidores en Instagram y 222.000 en Twitter. Con una breve pero prometedora carrera en el mundo de la moda y un importante ejército de fans a sus espaldas, Brooklyn se ha ganado por méritos propios ser uno de los jóvenes que más flashes acaparan en sus apariciones públicas.
Esta misma semana Brooklyn acudía a los MTV Music Video Awards 2015, posando como un profesional en el photocall sin necesidad de estar acompañado por David y Victoria para llamar la atención de las cámaras. Y es que los chicos Beckham ya vuelan solos y Brooklyn va poco a poco labrándose su propio camino, muy unido al de sus padres pero cada vez más independiente.
David y Victoria tienen sobrados motivos para estar orgullosos de sus hijos y, si bien ella lo deja claro constantemente con sus bonitos mensajes en las redes sociales, el futbolista lleva su orgullo de padre grabado en la piel. Recientemente David se hizo un tatuaje en el cuello dedicado a su hijo mayor con la palabra "Buster", el nombre cariñoso con el que se dirige a Brooklyn, añadiéndolo al que ya tenía en honor de Harper, su "pretty lady" (bella dama).
En cuanto a Cruz Beckham, el tercer hijo de David y Victoria, nacido en febrero de 2005, es la viva imagen de su padre. Aunque quizá sea es demasiado joven para iniciar una carrera mediática, de momento Cruz no falta en los photocalls junto a su familia y, viendo la trayectoria de sus hermanos mayores, Cruz podría sorprendernos con cualquier cosa en un futuro no muy lejano.
Los Beckham todavía tienen una princesita en la familia a la que le quedan años de juegos e infancia: la pequeña Harper, que en julio sopló cuatro velas. Eso sí, hasta en ella el cambio es evidente en poco más de un año. La conocimos recién nacida y, acostumbrados a verla como un adorable bebé, las últimas imágenes de la niña impactan por lo mucho que ha crecido. Harper fue fotografiada la semana pasada en Los Ángeles con su padre, de cuyos brazos de momento se niega a bajarse, y, además de una larguísima melena, luce unos rasgos bastante más adultos que antes. Sujetando con fuerza una muñeca, la niña no llevaba su habitual (y criticado) chupete, otra prueba más de que Harper se hace mayor. ¡Cómo pasa el tiempo!