Así será el bautizo de 150 invitados de la familia Thyssen
HOLA.com desvela los detalles de la celebración que vivirán el próximo domingo la baronesa, su hijo Borja y su nuera Blanca con la pequeña Kala como protagonista
Desde que se reconciliaron el verano pasado, la baronesa Thyssen, su hijo Borja y su nuera Blanca son la imagen de una familia unida. Como tal, han preparado con mimo el bautizo de Kala, que según ha sabido HOLA.com tendrá lugar el próximo domingo en la iglesia de San Antón -conocida por ser la parroquia del padre Ángel - en Madrid. La familia y 150 invitados se reunirán en torno a la pequeña para poner el broche de oro a un año en el que han demostrado que el distanciamiento es cosa del pasado.
Como hemos podido saber, la madrina de Kala no será la baronesa, algo que por otro lado no sorprende puesto que la Iglesia recomienda que los padrinos tenga la misma edad que los padres para poder asistir al niño a lo largo de su vida en caso de que estos falten. Tras la ceremonia religiosa, la celebración tendrá lugar en una finca de las afueras de Madrid, cerca de Boadilla del Monte.
“Espero que sea pronto, tenemos mucho trabajo todos, pero espero que pronto”, comentaba el pasado febrero la baronesa –durante la inauguración de una exposición en el museo Thyssen- sobre el bautizo de su única nieta. Unos deseos de abuela que pronto se verán cumplidos.
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Kala nació el 30 de noviembre de 2014 y fue una niña muy deseada, que aterrizó en una casa llena de chicos, sus hermanos mayores: Sacha, Eric y Enzo. “Está muy mona, es casi como tener un primer hijo al ser niña después de tanto varón”, contó Blanca Cuesta el pasado marzo y añadió que físicamente “es una mezcla de todos, de los hermanitos”. Explicó que para ellos Kala es “el juguete de la casa” y que no tienen celos. “Lo llevan muy bien, como hermanitos mayores están muy orgullosos”, reveló la feliz mamá.
La alegría del matrimonio es compartida con la baronesa Thyssen –y con sus dos gemelas Blanca y Sabina- desde que el pasado verano superaron sus diferencias y ofrecieron la imagen de una familia unida a bordo del Mata Mua, el yate de Carmen en el que hubo risas, brindis y jornadas en alta mar como colofón al largo camino que tuvieron que recorrer , tras siete años de un distanciamiento que, por momentos, se llegó a convertir también en enfrentamiento ante los Tribunales. Hoy, afortunadamente, se puede decir que todos han decidido hacer borrón y cuenta nueva, y es que como contó al propia baronesa:“Entre una madre y un hijo, todo se puede superar”.