Pocos artistas pueden presumir de tener una carrera internacional como la que tuvo Demis Roussos durante décadas. El cantante griego, nacido en Alejandría, que vendió más de 60 millones de discos en todo el mundo, fallecía el pasado 24 de enero a los 68 años de edad en el hospital Hygeina de Atenas. Muchos amigos, familiares y personalidades de la vida política y cultural griega, se reunieron en la mañana del viernes para dar el último adiós al artista. Sin embargo, entre la multitud cubierta de luto, había una persona que llamaba la atención. Su hijo Cyril, la viva imagen de su padre.
Con una melena negra, barba poblada, gran corpulencia y unos rasgos faciales idénticos a los del cantante, Cyril Roussos trajo a la memoria a aquel hombre que obtuvo el éxito mundial subiéndose a los escenarios vestido con una túnica y unos botines de tacón cubano. Sólo, que en el rostro de su hijo, se podía ver la mirada desconsolada de aquel que acaba de perder a un ser querido.
Y es que si prolífica fue la vida profesional de Demis Roussos -comenzó como un humilde trompetista de bar, formó parte de la banda Aphrodite's Child y se consagró como una estrella internacional como solista-, no menos afortunada fue su faceta personal. El compositor pudo presumir de haber estado rodeado de amor hasta el final de sus días.
Roussos se casó en cuatro ocasiones y tuvo dos hijos. Su hija mayor Emily -que ha hecho un documental sobre la vida de su padre- es fruto de su primer matrimonio con Monique; y su hijo Cyril, de su segunda esposa, Dominique. Los dos hijos estuvieron presentes en su funeral, acompañando a Marie, la cuarta esposa de Roussos, con la que pasó los últimos 22 años y que le acompañó hasta el final, cuando un cáncer apagó la voz del hombre con aspecto de gigante, pero voz melodiosa.
Demis falleció de espaldas a la muerte, ya que desconocía la gravedad de su estado, según declaró su hija Emily al Paris Match. “Conociendo el pánico que tenía a la enfermedad y a la muerte, su esposa, mi hermano y yo, decidimos no decirle nada”, contaba mientras aclaraba que el pasado mes de abril le habían detectado un avanzado cáncer de estómago.
Fue también su hija la que se encargó de trasladar la noticia de su fallecimiento al diario francés Le Figaro, y el periodista y presentador greco-francés, Nikos Aliagas, amigo de la familia, confirmó que se había producido en Atenas en la noche del sábado al domingo. Esta aclaración fue necesaria debido a que la familia prefirió esperar unos días para comunicar la noticia, evitando así que coincidiera con la histórica jornada electoral que vivió el país heleno.
Con una ceremonia oficiada por el rito ortodoxo, se ha honrado la memoria de un artista pop que deja más de treinta discos con canciones en griego, francés, alemán, ingles y español. Entre ellas se hicieron especialmente populares en toda europa Forever and ever, Goodbye my love, Goodbye, Lovely lady of Arcadia... Y sobre todo, Velvet mornings con su pegadizo estribillo: "Triki, triki, mon amour". Un hombre que según en palabras de su hija “amaba la vida”.