Cristina Pedroche y David Muñoz, crónica de un romance anunciado en ¡HOLA! y en las redes sociales

En las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana se pueden ver en exclusiva las primeras fotografías que confirman el romance entre Cristina Pedroche y David Muñoz. Un amor que a muchos les ha cogido por sorpresa, pero que los protagonistas han cocinado a fuego lento, muestra de ello son las señales que de ello han dado desde sus redes sociales.

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Que el chef con tres estrellas Michelín se comió las uvas viendo a su chica en La Sexta, es un hecho que él mismo puso de manifiesto a través de su cuenta de Twitter. Y cuando un aluvión de críticas cayeron sobre Pedroche por dar las campanadas con un vestido que dejaba poco a la imaginación -sumado a comentarios poco afortunados sobre su figura- allí estaba su novio para defenderla en las redes sociales. “Pena de gente anclada en el pasado y llena de prejuicios y clichés. Ole tu!! @CristiPedroche”, publicó el cocinero.

“En la inauguración de Streetxo Madriz del bonito @dabizdiverxo a ver si se me pega algo... Y ahora a ver el partidazo de mi Rayo #palabritas”, con esta frase la presentadora compartió su presencia en la inauguración del nuevo local de su chico. Así y poco a poco, la pareja fue dando muestras de su amor y si fue ella la que primeró uso el hashtag #palabritas en las fotografías que tenián que ver con el chef, ahora él también lo incluye en sus imágenes.

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Tres días más tarde de abrir su nueva sede gastronómica al público, el 15 de enero, el cocinero cumplió 35 años y ella le felicitó con un simpático “¿Qué es tu cumple? Pues muchísimas felicidades! Espero que te regalen muchas cosas especiales como una taza, un tupper o un delantal”. A lo que David le contestó: “Muchas gracias, me encantan los delantales, las tazas y los tupper... Me vas a regalar algo tú?”.

Aunque no sabemos con qué le obsequió la presentadora, sí sabemos que ella aprovechó la fecha para hacerse un tatuaje. “Hoy está siendo un día muy especial y muy de locos...!! Sólo en un día así me podía atrever!!!”, contaba Cristina mientras mostraba un pequeño rayo en el interior de su muñeca. ¿Tendrá un significado especial para la pareja (no en vano en la decoración del local que acaba de inaugurar el cocinero madrileño abundan los rayos) o será en honor de su equipo del alma, el Rayo Vallecano?

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Y aquí otro punto en el que han coincidido. Ella futbolera hasta la médula y vallecana de raza. Él quiso ser futbolista antes que cocinero y con 16 años estaba jugando en 2ªB con el Atlético de Madrid. Aunque el dueño de DiverXO se ha declarado rojiblanco de corazón, no tiene problema en lucir en las redes sociales el escudo del Rayo, ese al que tantos besos ha dado su chica y es que el amor lo puede todo.

La afición de Cristina por por el “runner” es de sobra conocida, otro hobby por el que hace que David es su compañero perfecto. El chef suele cerrar el restaurante después de dar el servicio de cenas y correr, precisamente hasta Vallecas, varios días en semana.

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Sin embargo, este no es el único sitio que elige para entrenar y no siempre lo hace solo. A pesar de la lluvia que caía en Madrid el 14 de diciembre, la presentadora y el cocinero acudieron a la Casa de Campo. Desde allí ambos subieron fotografías en su perfil de Instagram. Un buen entrenamiento para la tradicional carrera de San Silvestre, una cita que ninguno de los dos se perdió.

Y como no podía se de otro modo en un romance, en parte retransmitido a sus seguidores de Twitter, Instagram y Facebook, la declaración final se hizo por la misma vía. Una fotografía de los dos -con las palabras “Pues sí” y el simpático juego de palabras a modo de hashtag #PedroChef- desató unas conjeturas a las que la revista ¡HOLA! puso fin confirmando su relación.

El último “ciberchascarrillo” que nos ha dejado la pareja -cuando ya de su amor había salido a la luz- ha sido al más puro estilo Velencoso-Corberó. Y si Cristina compartía una foto de dos plátanos abrazados durmiendo juntos, David -o Dabiz como firma en sus cuentas- mostraba uno de ellos momentos antes de comérselo. ¡Un noviazgo al que no le falta energía para continuar!