Un año de contrastes: de las dificultades de los Ortega al resurgir de Rocío Carrasco
La familia de Rocío Jurado ha protagonizado estos doce meses la cara y la cruz de una moneda
Este ha sido sin duda un año de contrastes para la familia de la recordada Rocío Jurado. Mientras los Ortega Cano han pasado uno de sus años más duros debido a los problemas legales de José y su hijo José Fernando, que además continúa internado en la clínica López Ibor, para Rocío Carrasco el 2014 ha traído algunos momentos dulces. Un ocaso y un resurgimiento se han dado la mano, podríamos decir. Así ha sido este año para la familia Ortega Cano-Jurado.
José Ortega Cano tuvo que ingresar en prisión en el mes de abril para cumplir la condena que le fue impuesta por el accidente de tráfico en el que perdió la vida Carlos Parra. Dos años y seis meses de prisión que cumple en el centro penitenciario de Zuera, en Zaragoza, del que estaría a punto de salir si le conceden los beneficios del tercer grado. Esto podría ocurrir esta misma Navidad, aunque no ha sido confirmado por la defensa del exdiestro.
Desde la cárcel, ha vivido con preocupación los problemas a los que se enfrenta su hijo José Fernando, que comenzó el año en prisión provisional (estuvo desde noviembre de 2013 hasta marzo de 2014) por su implicación en la agresión y posterior robo en noviembre de 2013 a un joven junto a un club de alterne. En el juicio se le condenó a un año y nueve meses de prisión por lo que finalmente no ingresó en la cárcel. Para hacer frente a sus problemas y retomar las riendas de su vida, José Fernando ingresó voluntariamente en la clínica López Ibor, de Madrid, un centro especializado en psiquiatría, neurología y psicología, después del verano. A día de hoy continúa en dicho centro y se encuentra bien, en palabras de su hermana Gloria.
En la cruz de esta convulsa situación familiar está Rocío Carrasco. El 2014 ha sido el año que ha elegido la hija de Rocío Jurado para regresar a televisión. Se incorporó al equipo de Hable con ellas, un programa que estuvo en antena durante varias semanas antes de ser suspendido, pero que ha regresado de nuevo estos días, con Rocío sentada en el sillón ejerciendo de presentadora. “Todo el mundo tiene derecho a trabajar en lo que más le gusta” comentó en el primer programa.
Un nuevo trabajo tras una década alejada de la televisión y un cambio de look se unieron en este resurgir de Rocío, que se ha enfrentado también a los comentarios que se han hecho acerca de la relación que mantiene con su hija Rocío, que ha cumplido este año los 18, su hermana Gloria y sus tíos Amador y Gloria Mohedano, que han tenido una separación un tanto complicada.
Ella mantiene silencio y sólo cuando le preguntaron en su programa por la situación de su familia y el exdiestro Ortega Cano, respondió: “Te lo voy a resumir y te voy a decir que mi familia es mi familia. Adoro a mi tío y mi tía no es mi sangre, pero como si lo fuera. A José también lo quiero muchísimo. Cada uno tiene sus circunstancias y lo que ha pasado en las vidas de cada uno y yo respeto a todo el mundo como me gusta que me respeten a mí. Habrán cometido fallos y aciertos, pero son independientes y es mi familia. Les quiero”. Este año se ha comprobado además que si el trabajo le sonríe, el amor no se queda atrás ya que ha celebrado su 15º aniversario con Fidel Albiac.
Una cara y una cruz, un 2014 con acontecimientos para todos los gustos.