Ha pasado menos de un mes desde que la Duquesa de Alba nos dejara para siempre y su familia intenta sobreponerse al duro golpe y acostumbrarse a su ausencia. No está siendo fácil ni para los Alba ni para su viudo, Alfonso Diez. Esta semana, la aristócrata ha recibido los primeros homenajes tras su fallecimiento y han sido Alfonso y el nuevo Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, los encargados de representar a la familia.
Sevilla, ciudad que se ha quedado un poco huérfana sin la duquesa, acogió un homenaje muy significativo al que acudió su viudo acompañado por el torero Curro Romero, gran amigo de doña Cayetana y quien hace unos días suspendió un homenaje que le iban a hacer en el Teatro de la Maestranza de Sevilla como muestra de respeto hacia ella. La gran ausente fue la mujer del extorero, Carmen Tello, que está muy afectada por la pérdida de su amiga. En el homenaje estuvieron presentes Isabel de León, marquesa de Méritos y presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, donde tuvo lugar el acto, y el escultor Sebastián Santos Calero, creador de una escultura de la duquesa que se encuentra en los jardines Cristina de Sevilla.
Mientras tanto, en Madrid hubo otro homenaje a doña Cayetana por parte del periódico La Razón y fue su primogénito, Carlos Fitz-James Stuart, el encargado de recogerlo. El diario entregó en su sede los premios Alfonso Ussía, en una gala en la que se dieron cita grandes nombres de la vida social, política y militar española. La duquesa recibió el Premio Honorífico y el nuevo Duque de Alba tuvo unas palabras de elogio hacia su madre, de quien dijo que siempre tuvo una gran libertad y reconoció que fue "un personaje irrepetible e inigualable que deja importantes legados". Mauricio Casals, presidente de La Razón, fue el encargado de hacerle entrega de la estatuilla.
Los Alba y Alfonso se preparan para pasar sin doña Cayetana su primera Navidad, una fecha que vivirán entre la nostalgia y el recuerdo de los años en que se reunían en Liria bajo la protectora sombra de la irrepetible duquesa. Tal y como ha podido saber ¡HOLA!, Alfonso pasará las fiestas en Madrid, donde vive parte de su familia y donde se reunirán también los Alba.
Alfonso viajará a Madrid para asistir el próximo día 15 de diciembre al solemne funeral por la aristócrata en la basílica de San Francisco el Grande, aunque de este viaje no puede ni debe deducirse que no regrese al Palacio de Dueñas, pese a que en su mente el futuro se vaya a centrar próximamente para él en su casa de Madrid y en la que está reformando en Sanlúcar de Barrameda, localidad por la que siente un especial cariño ya que solía veranear allí con su familia. Precisamente estos días se le pudo ver supervisando las obras junto a su amigo el arquitecto Diego Noguera. Pero lo que está claro es que no hay fecha alguna establecida para que Alfonso deje de vivir en el Palacio de Dueñas, donde vivió feliz al lado de doña Cayetana.
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