Familiares y amigos acuden a la misa por la Duquesa de Alba

La sede de la Hermandad de los Gitanos, en donde reposan las cenizas de doña Cayetana, ha sido el lugar elegido

por hola.com

Familiares y amigos íntimos comenzaron a llegar a la iglesia del Valle de Sevilla para asistir a la misa que se celebraba por la Duquesa de Alba, fallecida el 20 de noviembre en la capital andaluza a los 88 años de edad. La sede de la Hermandad de Los Gitanos, el lugar que ella financió y en donde reposan sus cenizas, ha sido de nuevo el lugar para reunir en torno a su memoria a los miembros de la familia.



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En torno a las 19:30 han comenzado a llegar a la iglesia sus hijos, Fernando, Carlos, Jacobo, Alfonso y Eugenia, sólo faltaba Cayetano Martínez de Irujo, que se está recuperando de la operación quirúrgica a la que ha sido sometido recientemente, después de haber sido ingresado de urgencia en la clínica Santa Isabel de Sevilla cinco días después del fallecimiento de su madre. Dos de sus nietos, Cayetana, la hija de Eugenia Martínez de Irujo, y Carlos, hijo del Duque de Huéscar, también han estado presentes. Igual que Inka Martí, esposa de Jacobo Fitz-James Stuart, conde de Siruela.



El viudo, Alfonso Diez, ha llegado también junto a los hijos de la Duquesa y sus caras reflejan los difíciles momentos que viven. Tras el multitudinario funeral que se celebró también en la capital hispalense, Alfonso regresó al palacio de Dueñas, del que ha comenzado a salir por primera vez estos días para recibir el apoyo de los íntimos amigos de doña Cayetana.



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Algunos amigos como el escritor Antonio Burgos; Ana María Abascal; el acalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, acompañado de su esposa; el que fuera su diseñador fetiche, Tony Benítez; el torero Pepe Luis Vázquez o el confesor de la duquesa, el sacerdote sevillano Ignacio Sánchez-Dalp, que ofició la ceremonia, también han querido estar presentes en esta primera misa en sufragio por el alma de la Duquesa. Un oficio abierto al público pero que a las 19:46 ha cerrado sus puertas para que el silencio reinara en el interior del templo. La familia ha recibido después las condolencias de los amigos que han acudido y se ha visto de nuevo la gran tristeza que les embarga. Eugenia no pudo contener las lágrimas cuando recibió el pésame de quienes recordaron en esta misa a la Duquesa.



El pasado 21 de noviembre a este mismo lugar llegaron los familiares de doña Cayetana para depositar sus cenizas tras el  funeral que había tenido lugar horas antes en Sevilla. En la capilla lateral situada a la izquierda del Cristo de la Salud y bajo un lienzo que representa la resurrección de Cristo, obra que ella misma donó a esta iglesia, sus hijos y su marido dejaron la urna, no sin antes darle un último beso. Se cumplían así las últimas voluntades de la Duquesa, descansar cerca del Cristo de los Gitanos, al que era fiel devota y por el que sentía verdadera pasión.



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El próximo día 15 de diciembre se celebrará además un funeral en Madrid, en la iglesia de San Francisco el Grande, una ocasión a la que podrían asistir algunos miembros de la Familia Real.

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