Ha pasado poco más de una semana desde que falleciera la Duquesa de Alba y su viudo Alfonso Diez ha encontrado en la compañía de sus amigos a su mejor apoyo. Tras la multitudinaria despedida en Sevilla, Alfonso se quedó en el palacio de Dueñas del que ha salido por primera vez estos días, recuperando poco a poco una rutina que sin duda le resulta más difícil que nunca por la falta de doña Cayetana. En una de estas salidas fue a visitar a Cayetano Martínez de Irujo al hospital en el que se recuperaba de una intervención (el jinete ha recibido ya el alta médica).
Asistió además a un almuerzo organizado por Curro Romero y Carmen Tello, una gran amiga de la Duquesa, en su casa. Se pudo ver a Alfonso llegando a la residencia de esta, donde se reunió con otros amigos, el neurocirujano Paco Trujillo y su esposa Mara, Antonio Burgos y su mujer Isabel y el médico de la Duquesa, Miguel Ángel Muniaiz y su esposa Lola. Seguro que todos recordaron la alegría de la Duquesa y lo mucho que la han echado de menos estos días. Alfonso abandonó el encuentro con el gesto serio y es que atraviesa unos momentos muy difíciles, sin duda. Este fin de semana ha estado también en Sevilla el hijo mayor de doña Cayetana, Carlos, actual Duque de Alba, al que se vio saliendo en coche del palacio de las Dueñas con Alfonso.
Está previsto que familiares y amigos recuerden hoy lunes a doña Cayetana en la misa que se celebrará a las ocho de la tarde en la iglesia del Cristo de los Gitanos, en la capital hispalense, donde reposan las cenizas de la Duquesa. Una ocasión en la que de nuevo su recuerdo estará más presente que nunca. El próximo día 15 de diciembre se celebrará también en Madrid un funeral, en la Iglesia de San Francisco el Grande, al que está previsto que acuda algún miembro de la Familia Real.
En una carta enviada a la agencia EFE, Alfonso Diez agradeció “de corazón” el cariño que han expresado miles de personas estos días. Dio las gracias “al pueblo de Sevilla y a todos los españoles que nos han acompañado de una forma o de otra con su cariño y su pena”. “La soledad y la tristeza en la despedida de Cayetana, sin Sevilla, y sin todas estas personas, hubiera sido mucho más difícil", añadía el escrito, en el que aseguraba que nunca olvidará cómo se han sentido acompañados por miles de personas.
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