Desde que el 7 de julio de 2013 Andy Murray se convirtió en el primer tenista británico en ganar el tradicional torneo de Wimbledon después de 77 años, Kim Sears fue automáticamente apodada en el Reino Unido como 'la Primera Dama' del tenis. Un título que el año que viene consolidará totalmente, cuando selle su amor con el tenista pasando por el altar.
Tras nueve años de relación, que comenzaron siendo adolescentes, el tenista escocés de 27 años y su novia, de 26, se han comprometido. Una noticia que se encargó de comunicar el representante del tenista, pero de la que todavía no se conocen más detalles, puesto que ni ellos, ni su entorno, han comentado la fecha o el lugar en que se celebrará el gran día.
La pareja se conoció en el año 2005 gracias a que Kim viajaba acompañando a su padre, el entrenador Nigel Sears, a una velada del mundo de tenis. Esto es sólo el comienzo de las muchas cosas que tienen en común los prometidos, puesto que Andy es hijo también de una entrenadora, Judy Murray, la actual capitana del equipo británico de la Copa Federación.
El amor entre ellos surgió en seguida pero acordaron llevarlo en secreto mientras la relación se iba consolidando. Sin embargo, cuando un joven e impulsivo Murray ganó su primer torneó en California, no pudo evitar abalanzarse sobre ella -que estaba sentada en la grada- y darle un gran beso para celebrar el triunfo.
Desde ese momento Kim Sears, que todavía era una adolescente e iba a la escuela, dejó de pasar desaparecida y se comenzaron a conocer algunos detalles de su vida. Ocho años después ella es uno de los rostros más conocidos, sus elecciones de vestuario para ir a los torneos son comentadas e incluso ha sido votada como la 'WAG' del tenis con el pelo más bonito, superando a Jelena Ristic y María Francisca Perelló. Incluso se ha llegado a sentar al lado de Anna Wintour en la primera fila del desfile de Burberrry en la semana de la moda de Londres.
Kim creció en West Sussex, hija de Nigel Sears y de Leonore, de origen sudafricano. El colegio destacaba por sus altas notas en arte y en interpretación, y al graduarse decidió estudiar literatura inglesa en la universidad de Sussex. Actualmente desarrolla su profesión pintando retratos de mascotas, una original dedicación con la que tiene mucho éxito en Londres.
A medida que la relación iba viento en popa ella pasó a formar parte del equipo que acompaña a Andy Murray a los torneos, así se convirtió en un gran apoyo para el tenista. Sentada siempre al lado de la madre de este, se hicieron buenas amigas, juntas han sufrido cada derrota y han celebrado cada triunfo, incluso Judy Murray declaró en su momento, que Kim “era lo mejor que le había pasado a su hijo”.
El el año 2009 decidieron dar un paso más en su relación y se fueron a vivir juntos a una gran casa en Surrey. Sin embargo, a los seis meses acordaron darse un tiempo. La separación no duró mucho, y en junio de 2010 retomaron su relación, una segunda oportunidad para un primer gran amor, que tienen la intención de que sea para siempre.
Igual que hizo Novak Djokovic el pasado verano cuando se casó con Jelena Ristic, Andy Murray también ha elegido a su novia de la adolescencia para que sea su compañera de vida. Aquella chica que estuvo a su lado cuando sólo era una joven promesa, aquella joven de pelo bonito que le apoyó cuando comenzaba a probar suerte en el mundo del tenis.