Ya no se esconden. Miley Cyrus y Patrick Schwarzenegger son oficialmente pareja a juzgar por los apasionados besos que compartieron recientemente en público durante un partido de fútbol. Una relación que si bien los padres de la artista verían con buenos ojos, no sería del todo aceptada por los de él. Y es que el comportamiento “atrevido” de la ex chica Disney sería demasiado para Maria Shriver y Arnold Schwarzenegger.
De nuevo Miley demostró que cada vez está más lejos de la dulzura y la inocencia que la hizo famosa en su adolescencia durante la fiesta que organizó con motivo de su 22 cumpleaños en el Factory Nightclub en Hollywood. Una velada en la que no faltó de nada, incluso las “salvajes” ocurrencias que suelen caracterizar sus citas: un vestuario provocativo y sexy y juegos poco inocentes que se prolongaron hasta altas horas de la madrugada.
Fue una especie de fiesta de disfraces en la que ella estaba vestida con un llamativo conjunto de falda verde, top rosa, ambos en tonos chillones, y chaqueta bicolor amarilla y fucsia, con el pelo lleno de adornos. Mariposas, corazones, flores y un símbolo de la paz en la cara, Miley se convirtió en una hippie moderna para soplar las velas.
Su novio escogió un traje de aviador, un mono verde que llevaba algunas insignias y recordaba a ese que Tom Cruise llevó en la película Top Gun. El momento de soplar las velas no podía faltar aunque en este caso en lugar de tarta había una pizza gigante.
Entre los invitados a la fiesta estaban Braison, hermano de Miley, los cantantes Adam Lambert y Cody Simpson con su novia, la modelo Gigi Hadid, y Dylan Penn, hija de Sean Penn. Casi todos se animaron a ponerse algún que otro disfraz o al menos un detalle de pintura en la cara con el que cantaron el “cumpleaños feliz”.