Después de los intensos días vividos en Sevilla, tras una multitudinaria despedida llena de emoción, algunos de los hijos de la Duquesa de Alba han regresado ya a Madrid. Fernando y Alfonso están ya en la capital, se les ha visto en el palacio de Liria, tras haber estado durante el fin de semana “descansando” después de estos “duros días”.
La familia Alba al completo despidió a doña Cayetana en un funeral en la catedral de Sevilla presidido por la infanta Elena, lleno de momentos emotivos. Los sevillanos salieron a la calle para dar su adiós a la Duquesa cuya capilla ardiente visitaron más de 80.000 personas, según el Ayuntamiento de la ciudad hispalense. Los hijos de doña Cayetana agradecieron tanto cariño por parte de los ciudadanos anónimos que no dejaron de aplaudir al paso de la comitiva fúnebre.
Las cenizas de la aristócrata reposan en la iglesia del Cristo de los Gitanos, que se ha convertido en un lugar de peregrinación para todo aquel que quiere rendir un último homenaje a doña Cayetana. Después de que se depositaran las cenizas el viernes por la tarde, se abrieron las puertas para que todo el que quisiera pudiera visitar el lugar que se convirtió en un incesante ir y venir. "La iglesia anoche parecía la de un Jueves Santo", comentaba un miembro de la hermandad.
A pesar de que en un principio se dijo que parte de las cenizas de doña Cayetana se llevarían al panteón familiar de Loeches, en Madrid, donde están enterrados los dos primeros maridos de la duquesa, cumpliendo la voluntad de esta finalmente se han depositado todas en la iglesia del Cristo de los Gitanos. Doña Cayetana era una apasionada de la capital hispalense y fiel devota de esta Hermandad así que su deseo era descansar para siempre allí.
Carlos, actual Duque de Alba, ha enviado un comunicado agradeciendo tantas muestras de cariño que les han llegado estos días. La familia Alba ha expresado su “enorme gratitud al pueblo sevillano” por haberla acompañado “con tanto cariño en el doloroso trance del fallecimiento y exequias” de la Duquesa de Alba. “No olvidaré el profundo amor que los sevillanos han profesado a mi madre, la Duquesa de Alba, en su vida y en su muerte” dice el documento.
Agradece además al Ayuntamiento sevillano y a su regidor, Juan Ignacio Zoido, que haya permitido velar a la Duquesa en su sede y “haber podido ser confortados por el amor de los sevillanos y de otras muchas personas venidas desde diversos puntos de España”. Da las gracias a la infanta Elena, al Cabildo de la Catedral, al cardenal emérito de Sevilla, Carlos Amigo, y al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, quienes concelebraron la misa.
El primogénito de la duquesa hace extensivo el agradecimiento de toda su familia al presidente del Senado, Pío García Escudero, y al ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien asistió al funeral en nombre del Gobierno, a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y al resto de autoridades y amigos que asistieron a la capilla ardiente o a la misa en la catedral de Sevilla.
El duque de Huéscar añade un reconocimiento a la cobertura informativa efectuada sobre el fallecimiento y el funeral de su madre y resalta sobre los medios de comunicación que "en todo momento se han comportado con la mayor profesionalidad y gran respeto".