Los mensajes cariñosos que desde hace unos meses Paulina Ducruet comparte públicamente con Maxime Giaccardi hicieron saltar todas las alarmas: La hija de Estefanía de Mónaco vuelve a estar enamorada. Sin embargo, poco se conoce del afortunado que ocupa su corazón, pero gracias a la tendencia de la pareja de compartir sus encuentros en las redes sociales se ha podido ver que el pasado y el presente de Paulina son buenos amigos.
Corría la Semana Santa del año 2013 cuando la nieta de Grace Kelly recorría las orillas del Sena en actitud cariñosa con Paul-Noël Ettori. El futbolista y modelo -hijo de una leyenda del fútbol francés- se desvelaba entonces como el primer novio de Paulina. Después se supo que su relación se había iniciado dos años antes pero que habían llevado sus encuentros con mucha discreción.
Sin embargo, meses después Giaccardi comenzó a tener una presencia constante en la “vida virtual” de la joven Grimaldi. Algo que no es de extrañar ya que por lo que parece que pertenecen a la mismo círculo de amigos con el que Pauline se mueve en París, un círculo al que también pertenece Paul-Noel Ettori.
Sin embargo, la amistad entre los dos chicos parece que va más allá puesto que el novio y el exnovio de la hija de Estefanía de Mónaco también han compartido algunos viajes, conciertos y escapadas de fin de semana. Sin ir más lejos, el pasado agosto después de que Paulina Ducruet estuviera de vacaciones con Giaccardi en la isla de Mykonos, los tres jóvenes estuvieron juntos y dejaron constancia de ello a través de sus redes. Demostrando que si el amor entre ella y el futbolista se terminó, han sabido conservar una buena amistad.
“Mon chou cheri”, “love love”, agradecimientos por sus atenciones y cariñosas felicitación de cumpleaños son algunas de las frases que se intercambian Paulina y Maxime, mensajes propios de cualquier pareja de enamorados. El tiempo dirá si esta relación se consolida y el joven se convierte en uno más en la familia de la princesa Estefanía de Mónaco.
Aunque todo apunta a que habrá que esperar para conocer el desenlace de esta historia de amor, puesto que Paulina lleva una vida bastante discreta, alejada de la atención pública y volcada en sus estudios de moda en París. Una formación que dentro de unos meses compaginará con su debut como imagén de la firma Lancaster, de la que será embajadora en Asia.