Pep Guardiola y sus originales zapatillas, protagonistas (sin quererlo) de la noche de Josep Carreras
El entrenador del Bayern entregó el Premio Bávaro al tenor por la labor de su fundación en la lucha contra la leucemia
Josep Carreras padeció leucemia en el año 1987, cuando se encontraba en la cumbre de su carrera. Los médicos le dieron pocas posibilidades de sobrevivir pero tras duros tratamientos y un autotransplante de médula, el tenor pudo reanudar su carrera artística y un año después, creó la Fundación Josep Carreras. Su compromiso con esta enfermedad no ha hecho más que aumentar desde entonces y el pasado jueves recibió un nuevo reconocimiento.
Josep Carreras recogió de manos de Pep Guardiola el Premio Bávaro en una ceremonia que tuvo lugar en la sede del Parlamento de Baviera en Munich. Guardiola, que se dirigió al público en alemán, pronunció un discurso de diez minutos para ensalzar la labor de la Fundación Josep Carreras en su lucha contra la leucemia. "El fútbol es sólo un juego, es mucho más importante conseguir algo para la sociedad", expresó el entrenador del Bayern. Guardiola destacó del tenor que "es un hombre con una gran voluntad, apasionado y un jugador de equipo", y concluyó lanzando un consejo a los asistentes: "Tomen a Josep Carreras de ejemplo, desarrollen su visión de las cosas, sean apasionados y búsquense aliados. Muchas gracias, Josep".
En esta velada tan solidaria, el tenor contó con la compañía de su hijo Alberto, mientras que el entrenador del Bayern estuvo acompañado de su mujer Cristina Serra. Guardiola no pasó desapercibido a su llegada al combinar un elegante esmoquin con unas originales zapatillas, que provocaron un sinfín de comentarios en las redes sociales.
Pepe Guardiola y Cristina Serra se han adaptado a la perfección a su nueva vida en Alemania tras la marcha del entrenador del Fútbol Club Barcelona y su periodo de descanso en Nueva York. La pasada primavera la pareja se dio el ‘sí, quiero’ en una discreta ceremonia que tuvo lugar en el Ayuntamiento de Matadepera, en Barcelona. Entre los invitados al enlace se encontraban los tres hijos de la pareja: María, de 13 años, Mario, de 11, y Valentina, de seis.
Cristina, a quien Guardiola conoció cuando tenía tan solo 18 años, siempre ha estado al lado del entrenador en sus retos profesionales. Tras vivir momentos históricos con el Barça, la familia se trasladó a vivir a Nueva York. "Me he desgastado, me he vaciado y necesito llenarme", aseguró Guardiola en su despedida del club blaugrana. Durante su estancia en la ciudad de los rascacielos, el catalán llevó una vida de lo más relajada. Salía a pasear con su mujer, llevaba a sus hijos al colegio... Ahora la familia vive de lo más feliz en Múnich, donde Cristina encontró una casa ideal tras meses de búsqueda antes de la presentación de Guardiola como entrenador del equipo bávaro.