Fue en febrero del año pasado cuando Iker Casillas y Sara Carbonero decidieron trasladarse de Boadilla del Monte a La Finca de Somosaguas, la exclusiva urbanización madrileña que goza de grandes medidas de seguridad y aporta, por tanto, mayor privacidad. Ahora, según publica la revista ¡HOLA!, la pareja cuenta con otra propiedad inmobiliaria en la misma urbanización: han adquirido la casa que pertenecía a Lydia Bosch y a su exmarido, Alberto Martín.
Precisamente esta casa en Pozuelo de Alarcón fue uno de los motivos del litigo entre la actriz y el arquitecto desde que se separaron y hasta que, en enero del año pasado, sus respectivos abogados llegaron a un acuerdo que establecía que ambos se repartirían los beneficios por la venta de la casa al cincuenta por ciento. Ahora el chalé tiene nuevos dueños.
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Por el momento, el portero del Real Madrid y la bella periodista siguen viviendo con su hijo en la casa a la que se mudaron el año pasado y, según fuentes cercanas, no tienen planes de realizar una nueva mudanza. Quizá si amplían la familia y la dan un hermanito o hermanita a Martín opten por cambiar de hogar. La propia Sara confesaba hace un mes: "Me gustan las familias grandes y me gustaría tener más hijos".
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