La finca de Cantora ha sido el lugar elegido por Isabel Pantoja para pasar sus últimos días antes de ingresar en prisión. A la espera de que se pronuncie la Sección Segunda de la Audiencia de Málaga sobre la petición de súplica, que solicitaron sus abogados, la artista, a la que le esperarían seis meses de prisión, ha estado despidiéndose de los suyos y dejando todas las cosas más o menos cerradas antes de cumplir su pena.
La residencia gaditana de la cantante se ha convertido estos días en un ir y venir de familiares y amigos que han querido apoyar con su presencia, su cariño y sus palabras de aliento a Isabel, quien, por deseo propio, no ha querido moverse de Cantora para estar al lado de su madre, Ana Martín, de 83 años, quien está algo delicada de salud.
En cuanto a quien ha entregado Isabel los poderes mientras se encuentre en prisión es algo que se desconoce, ya que en palabras de su abogado, José Ángel Galán, es un asunto que pertenece al ámbito de la privacidad de su cliente, aunque hay quien señala que podría habérselos dejado a su hermano Agustín.
Una vez tenga el auto en la mano, la cantante debería ingresar voluntariamente en la cárcel elegida previamente, aunque por el momento, y tal como señalaba su abogado a finales de la semana pasada, no se había elegido aún ningún centro penitenciario. Así que mientras llega el momento de cumplir su pena, Isabel Pantoja ha disfrutado este fin de semana de la visita de su hijo, Kiko Rivera, y de su nieto Francisco, que el pasado 6 de noviembre cumplió dos años. Asimismo, el pasado jueves, la artista recibía la visita de su hija, María Isabel, quien el pasado sábado celebraba una fiesta algo agridulce para celebrar su 19 cumpleaños rodeada por sus amigos más íntimos en su casa de Sanlúcar de Barrameda.
Tanto Kiko como María Isabel han utilizado las redes sociales para mostrar su apoyo incondicional a su madre, devolviéndole así el cariño recibido y demostrándole que pase lo que pase nunca caminara sola.
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