Deportista olímpico, modelo y comentarista deportivo, estas son sólo algunas de las facetas de Javier Hernanz. Un guapo asturiano, de 31 años y sonrisa encantadora, que pertenece a la élite del piragüismo español. Unos encantos que le han valido para conquistar a una de las mejores deportistas de la historia de España, la nadadora catalana Mireia Belmonte, con la que comparte mucho más que el amor por el deporte.
Aunque en esta pareja, ella es la cara más conocida, Javier tiene un palmarés digno de mención: Dos veces olímpico, dieciséis veces campeón de España y, como buen piragüista nacido en Asturias, también vencedor del Descenso del Sella. En mayo formó parte del equipo K4 que se hizo con el Oro en la Copa del Mundo de Milán, y aunque no tuvo suerte en el pasado mundial de Moscú –a pesar de no afeitarse por motivos supersticiosos para la prueba, rompieron el timón a 300 metros de la llegada - ahora tiene la vista puesta en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro.
Motivación, ilusión y esfuerzo no le faltan. Su centro de trabajo está en el embalse de Trasona, en Asturias. Una oficina –como él mismo lo llama- al aire libre y en la que se entrena a fondo todos los días de la semana, mañana y tarde. Un enclave privilegiado pero que se encuentra a cientos de kilómetros del centro de alto rendimiento de San Cugat (Barcelona), en donde entrena Mireia. Dos apretadas agendas que con esfuerzo se pueden cuadrar, como el pasado 12 de octubre cuando hicieron un alto en sus compromisos deportivos para viajar a Madrid y participar en la recepción con los Reyes de España.
Su 1.84 cm de altura y sus 84 kilos de músculo, cultivados a golpe de pala, no solo se cotizan en el deporte, ya que Javier ha sido elegido por la firma española Loewe como imagen de su colección de fragancias masculinas Sport. Desde ese momento, el piragüista ha comenzado a combinar su carrera deportiva con una incipiente, pero prometedora, carrera en la publicidad. Una experiencia que él mismo contó a hola.com y en la que reveló que “las cámaras le imponen bastante más que las competiciones”.
Algo a lo que debería estar acostumbrado puesto que Javier también trabaja como tertuliano y comentarista deportivo: Punto Pelota, El Chiringuito o Tiempo de Juego, son algunos de los programas que cuentan o han contado con su presencia. Y es que, piraguas aparte, este asturiano de fútbol también sabe un rato, formó parte de la cantera del Sporting de Gijón y ahora disfruta retransmitiendo sus partidos desde El Molinón.
Demostrando que se puede ser profeta en su tierra desde el pasado verano el polideportivo de su Arriondas natal, lleva el nombre de Javier Hernanz Agueria en reconocimiento a su trayectoria deportiva y el próximo 15 de noviembre será premiado como el piragüista del año por la Federación Asturiana.
Aunque cien por cien concentrado en Río 2016, Javier aún se guarda un as en la manga y con la vista puesta en el futuro, estudia el Grado en Derecho en la Universidad Católica de Murcia. El mismo centro en el que Mireia estudia el Grado en Administración y Dirección de Empresas.
El poco tiempo libre que queda, después de esta apretada agenda, Javier lo comparte con sus amigos, con su perrito Sella y, como no, con Mireia, con la que pasó sus vacaciones en una escapada romántica a Ibiza. Unas jornadas en las que, entre beso y beso, estos dos campeones no pudieron evitar subirse a un kayak y demostrar que la pasión y el sacrificio por el deporte es lo que más a unido a esta pareja.