Hace siete meses vivió sin duda sus momentos más tristes y difíciles, un sentimiento que por desgracia tendrá que revivir ahora. El cantante Mick Jagger ha regresado con su banda, los Rolling Stones, a Australia, donde celebrarán los conciertos que tuvieron que suspender en el mes de marzo, tras el repentino fallecimiento de la novia de Jagger, L’Wren Scott. Esbozando una sonrisa, la procesión, como se suele decir, irá por dentro, Mick se dejó ver a las puertas de su hotel en Adelaida, antes de subirse al escenario y reencontrarse con los fans que han tenido que esperarle durante meses.
El calor de sus incondicionales será sin duda lo que consiga que Mick supere el hecho de volver a este país y es que es un viaje que no le habrá resultado nada fácil. Fue allí, en Perth, donde el artista se enteró de la muerte de la diseñadora, una llamada de teléfono que le cambió la vida. Poco a poco, con el cariño de su familia, amigos y el ánimo de sus seguidores, Jagger ha logrado seguir adelante y volver a los escenarios.
En el mes de marzo la banda estaba en Australia dispuesta a dar una serie de conciertos en el marco de su gira mundial. La noticia de la muerte de L’Wren Scott supuso un fuerte golpe para Jagger que, por supuesto, voló de regreso inmediatamente a Estados Unidos y se mantuvo apartado del público hasta dos meses después. En mayo retomaron su agenda en Oslo y es ahora cuando vuelven al país donde a Mick le cambió trágicamente la vida.
La diseñadora L'Wren Scott, de 49 años, falleció a mediados del pasado marzo. Entonces el artista se confesó completamente devastado en un emotivo mensaje. “Todavía trato de entender cómo mi amor y mejor amiga pudo acabar con su vida de este modo tan trágico. Pasamos muchos años maravillosos juntos que hicieron nuestra vida estupenda. Tenía una gran presencia y su talento era muy admirado, también por mí. Estoy conmovido por los homenajes que la gente le está rindiendo y también por los mensajes de apoyo que estoy recibiendo. Nunca la olvidaré. Mick”.