Arpad Busson, ex de Uma Thurman, en plena lucha por la custodia de su hija
Lo que parecía una separación amistosa después de una reconciliación y una hija en común también concluirá en los tribunales. Uma Thurman y Arpad Busson pusieron fin a su historia de amor el pasado mes de abril tras un noviazgo de idas y venidas. Seis meses después de su ruptura, la pareja volverá a verse las caras en los juzgados por la custodia de su hija Luna, de dos años.
Arpad Busson, exmarido de Elle MacPherson y padre de la hija menor de Uma Thurman, ha emprendido acciones legales en la Corte Suprema de Manhattan, según ha dado a conocer New York Daily News, y ha solicitado de manera urgente la custodia de su hija, Rosalind Arusha Arkadina Altalune Florence, popularmente conocida con el nombre de Luna.
La situación que viven ambos es complicada. Si Busson obtuviera la custodia de la pequeña, Uma Thurman no podría ver a su hija a menudo y viceversa, ya que Uma vive en Nueva York y Arpad tiene fijada su residencia en Londres, al lado de los hijos que tuvo durante su matrimonio con Elle MacPherson -Arpad Flynn Alexander, de 16 años y Aurelius Cy Andrea, de 11. Un caso similar al que le ocurre a Uma, que en su día ya manifestó que no cambiaría de ciudad porque los hijos que tuvo con Ethan Hawke viven en Nueva York -Maya Ray, de 15 años, y Levon, de 12- cerca de su padre.
La actriz estadounidense y el financiero suizo, conocido como "Arki", fueron pareja de 2007 a 2009. Ella se había divorciado en dos ocasiones, la última con Ethan Hawke con quien tiene dos hijos, y él era el ex de Elle Macpherson, con quien convivió de 1996 a 2005 y tuvo otros dos hijos. Después de dos años separados, decidieron darse una nueva oportunidad en 2011. Esta vez sus diferencias parecían haberse solucionado y la relación iba tan en serio que nació su hija Luna. Tras el nacimiento de la pequeña, la pareja anunció su compromiso matrimonial sin fijar fecha exacta. Una boda que nunca llegó a celebrarse. Su relación se rompió una vez más y ahora, meses más tarde, tendrán que verse en los tribunales, en la que podría convertirse en una ardua batalla judicial.