Caminando y del brazo de su marido. Así ha reaparecido la duquesa de Alba este fin de semana. Tras superar diversos problemas de salud, doña Cayetana ha vuelto a disfrutar de una de sus mayores pasiones: la hípica. En la capital hispalense se está celebrando la II edición de la Ruta Vía de la Plata y hasta el Real Club Pineda de Sevilla se ha acercado la duquesa para ver competir a su hijo Cayetano Martínez de Irujo. Siempre a su lado y muy pendiente de ella se encontraba Alfonso Diez, quien respira tranquilo al ver a su esposa mucho más recuperada. El torneo coincide un año más con el aniversario de boda de los duques de Alba. El 5 de octubre de 2011, la pareja se dio el 'sí, quiero' en una inolvidable ceremonia, que tuvo lugar en el palacio de Dueñas.
Doña Cayetana volvió a hacer gala de su estilo 'hippie chic' con un vestido azul, a juego con la chaqueta y los complementos: un gran collar y unas originales gafas de sol. La duquesa completó su 'look' con unas manoletinas rojas, que combinaban a la perfección con el color de sus pendientes. Doña Cayetana recibió el cariño de los sevillanos y el del jinete Álvaro Muñoz Escassi. También se acercó a ella para saludarla cariñosamente su hijo Cayetano, quien se sentó a su lado y conversó amablemente con ella y Alfonso.
La última vez que habíamos visto a la duquesa de Alba fue el pasado mes de agosto. En esa ocasión, doña Cayetana iba en silla de ruedas debido a sus problemas de movilidad. Sin embargo, eso no le impidió disfrutar del verano y fiel a su costumbre acudió primero a San Sebastián y después a Sanlúcar de Barrameda, donde Alfonso tiene una casa. A lo que sí renunció fue a viajar a Ibiza y a Marbella. Reflejo de su amor propio y de su capacidad de superación es que en tan solo dos meses ha vuelto a caminar, aunque siempre del brazo de su marido. Como ya explicó su gran amiga Carmen Tello, prefiere ir siempre agarrada a alguien para evitar caídas.
La salud de la duquesa de Alba se vio muy afectada días después de celebrar su 88 cumpleaños. Doña Cayetana tuvo que permanecer dos meses recuperándose en el Palacio de Dueñas, un periodo de tiempo en el que contó con el apoyo incondicional de Alfonso y de sus hijos, que comentaron, poco antes de que retomara su actividad en mayo, que su madre tenía problemas de movilidad pero que se encontraba "más animada" y con ganas de "volver a ser la mujer imparable que siempre ha sido". El último ingreso hospitalario de la duquesa fue en junio, cuando se sometió a una revisión de la válvula que se le implantó en el año 2009 para mejorar los problemas de hidrocefalia e isquemia cerebral que padecía.