Sonrientes, agarradas por la cintura y compitiendo para ver quién lucía mayor escote. Así se dejaron ver Miranda Kerr y Selena Gómez en la noche de París, demostrando que la pelea que tuvieron su exmarido y su novio -supuestamente por ellas- es un asunto de chicos. Mientras ellas posaban ante las cámaras, Justin Bieber se convertía en el galán de una noche que no se perdió ninguna celebrity internacional. Ninguna, a excepción de Orlando Bloom.
Han pasado dos meses desde el encontronazo que tuvieron Orlando Bloom y Justin Bieber en un restaurante de Ibiza, en el que casi llegan a las manos. Aunque no se llegó a aclarar el motivo del conflicto, muchos apuntan como origen que el cantante hizo un comentario sobre la modelo de Victoria´s Secrets -"está buena, dale recuerdos”-, lo que despertó la furia del actor. Unas palabras que otros explicaron como una posible revancha por una fotografía de Orlando y Selena saliendo juntos de una discoteca de Los Ángeles. Sea como fuere, lo cierto es ellas mantienen una relación cordial y no tienen inconveniente en dejarse fotografiar juntas.
Mientras Justin Bieber se metía en su papel más seductor. El canadiense dedicaba atenciones a algunas féminas de la fiesta y posaba con muchas de ellas. El cantante tuvo besos para la anfitriona de la noche, Carine Roitfeld; rodeó con sus brazos a las modelos Gigi Hadid y Kendall Jenner e incluso, ejerció de galán con la matriarca del clan Kardashian, que tampoco se perdió la fiesta y estuvo acompañada por su hija más mediática, Kim Kardashian, con la que compartió estilismo, chaqueta y pantalón negro con complementos blancos.
Sin duda el color que triunfo en la noche fue el negro. La mayoría de los invitados apostaron por él, desde Cara Delevingne y Ciara, hasta las hermanas Nicky y Paris Hilton, esta última encargada de amenizar la velada con su música. Esta apuesta por el negro, hizo más especial la aparición de Olivia Palermo, que acudió con un vestido blanco con encaje y trasparencias, del brazo de su flamante marido. Otra que destacó por desmarcarse del total look negro y por lucir sus medidas de infarto fue Rosie Huntington con un mono de franjas verticales en negro y amarillo.
Con esta fiesta se ponía la guinda a la Semana de la Moda de Paris, una noche organizada por la editora de moda Carine Roitfield, con motivo del lanzamiento del quinto libro de moda que lleva sus iniciales. Ella fue la encargada de soplar las velas de una gran tarta en compañía de su amigo Karl Lagerfeld, otro que no se resistió a posar con Justin Bieber para la cuenta de Instagram del cantante.
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