Ya están en casa con su primogénita. Chelsea Clinton y su marido Marc Mezvinsky han abandonado el hospital Lenox Hill de Nueva York con su hija Charlotte. La pequeña, envuelta en una mantita blanca, descansaba en brazos de su madre, que emocionada no dejaba de mirarla. Su padre, orgulloso, se mostró muy cariñoso con su mujer abrazándola y besándole el pelo ante las cámaras, mientras de reojo miraba a su niña. Casi tan emocionados como ellos estaban los abuelos, Bill y Hilary Clinton, que acompañaron a su hija y yerno en la entrada de la clínica. No hacen falta palabras, sus caras lo dicen todo.
Estos días han sido los más felices para la familia, que el pasado 26 de septiembre daba la bienvenida a Charlotte. La propia Chelsea fue quien anunció el nacimiento de su hija a través de las redes sociales. "Marc y yo estamos llenos de amor, asombro y gratitud al celebrar el nacimiento de nuestra hija Charlotte Clinton Mezvinsky". También compartió la primera fotografía de la niña desde la habitación del hospital y agradeció al personal de este los cuidados que le prestaron.
Si este era un sueño para sus padres, no fue menos para los abuelos. Chelsea es hija única así que estaban deseando tener de nuevo un bebé en casa. "Bill y yo estamos encantados por haber sido abuelos. Uno de los momentos más felices de nuestras vidas" comentaron en un comunicado este fin de semana. Ya cuando su hija se casó con Marc, en 2010, el expresidente de Estados Unidos confesaba que "quería ser abuela más de lo que quería ser presidenta" en referencia a su esposa, quien explicó que el título de abuela era "el que estaría más orgullosa de tener".
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