La sonrisa de Helen Lindes tiene nombre y se llama Rudy Fernández. La top está viviendo uno de sus momentos más especiales a nivel profesional, tiene una agenda repleta de compromisos, pero también a nivel personal, ya que ha encontrado a su príncipe azul y el próximo año cumplirá su sueño de pronunciar el esperado 'sí, quiero'. "Cuando una pareja lleva viviendo un par de años, es normal que surjan las conversaciones de matrimonio, hijos, porque es un paso más en nuestra relación. Él sabía que me hacía ilusión casarme, a él no tanto, pero ahora está muy ilusionado y super tranquilo. Al principio más nervioso y lo ha aceptado y está disfrutando mucho del compromiso y de todos los preparativos", ha explicado Helen esta semana en un evento publicitario.
La bloguera de hola.com, que ha confesado que Rudy se arrodilló para pedirle matrimonio, como si fuera una romántica escena de Hollywood, confiesa que no cree que sus vidas cambien mucho después de pasar por el altar: "Supongo que a lo mejor firmar un papel a unas personas les supone un gran cambio, pero creo que en nuestro caso no va a ser así, o eso espero".
Todavía quedan nueve meses para el gran día, pero Helen asegura que tiene que "ponerse las pilas ya" porque tienen muchos detalles que cerrar, como elegir el sitio de la boda, los invitados... "El verano ha sido muy complicado porque él ha estado en el Mundial, volcado, concentrado, pero ahora nos tenemos que sentar, terminar lista de invitados y cerrarla y pensar el lugar y un montón de cosas". "Habrá más de cien personas seguro, pero no sabemos hasta dónde. Hay algunas bodas de 300 invitados, pero no creo que llegue a tanto", declara.
Será un día inolvidable, aunque Helen sabe que faltará una persona muy importante: "Las madrinas las madres. Mi padre falleció hace muchos años, así que el padrino será mi hermano. Es que tengo muy poca familia. Mi madre es inglesa y mi hermano también y ya está, no tengo mucha más familia, somos muy poquitos".
Hay algo que tiene muy claro y es cómo quiere que sea su vestido de novia. No cabe duda de que será muy fiel a su estilo pero le dará ese toque especial que tiene un diseño que vas a lucir en el día más especial de tu vida: "Quiero que tenga una buena caída y sea muy romántico. No quiero que sea un vestido de princesa. Que sea elegante, cómodo, que me sienta muy yo y no mucha cola". ¿Velo, encajes? "Estoy abierta a todo tipo de propuestas, de posibilidades y cuando vea boceto y el momento de crear un vestido tiene que ser como muy poco a poco. Probándome telas, escotes, ya veremos...", responde la top, que afirma que está mirando "un montón de revistas de novias" y que todavía no ha elegido al diseñador en el que confiará para su boda. "Respeto mucho su trabajo y tendrá muchas más ideas que yo, pero me gustaría aportar mi granito de arena y hacerlo entre los dos".
Aunque al principio se mostraba algo más cauto al respecto, ahora Rudy también se está involucrando en todos los preparativos: "Se implica bastante. Me manda mensajes con fotos que va viendo, cosas para momento banquete, y se está involucrando bastante. Al principio me dijo que me lo dejaba a mi, pero poco a poco le va picando el gusanillo, se va motivando. Está bastante metido en todo".
Después de la boda, llegará el momento de ampliar la familia. "Tenemos un plan de futuro muy bonito. A mi me gusta hacer las cosas bien, cada cosa en su momento, en su lugar y ya se andará", explica la modelo, que confiesa que su chico es mucho más niñero que ella: "Eso lo tengo claro. Creo que a mi el trato con los niños me va a venir a raíz de tener los propios hijos porque al no haber tenido ni hermanos pequeños, ni sobrinos, ni primos, casi nunca he tenido contacto con niños. Me encantan los niños, pero no sé cómo tratar con ellos".