Concha Velasco, recuperada y con ilusión, regresa al teatro: 'Quiero olvidarme de todo lo que ha pasado'
Tras haberse recuperado de su enfermedad, Concha Velasco regresa a los escenarios muy ilusionada y con la intención de olvidarse de "todo” lo que le ha pasado durante los últimos meses. La veterana artista se enfrento a un un linfoma, del que tuvo que ser operada en el mes de junio. Su regreso a las tablas será con el estreno en Zaragoza de la obra Olivia y Eugenio, en la que dará vida a una madre con un hijo con síndrome de Down, Hugo Aritmendiz, un chico con esta misma enfermedad y que por primera vez actúa en una obra de teatro. La actriz ha expresado en una rueda de prensa su agradecimiento por "poder volver a actuar, a pisar un escenario, volver a vivir otras vidas. Esta obra es muchas cosas", ha manifestado. Olivia, el personaje que interpreta, "me ha cambiado mi manera de pensar y mi manera de ser", ha declarado Concha Velasco, quien ha enfatizado: "Quiero olvidarme en este momento de todo lo que me ha pasado", lo importante es Olivia y Eugenio.
En Olivia y Egenia, Concha Velasco emplaza espectador a que vaya al teatro para ver a una mujer "entrañable", "endurecida por la vida" que ha tenido que afrontar en solitario un hijo con síndrome de Down. Las familias que afrontan esta situación, como le ocurre al propio autor de la obra, que tiene un hijo de 45 años con síndrome de Down, se dan cuenta, ha dicho, que tienen "un ángel de bondad, de sabiduría y alegría, un eterno bebé, un eterno niño, un ser ingenuo que está por encima de todos los demás seres de este mundo. Eso cuenta Olivia y Eugenio, ha añadido Velasco, quien se ha referido al papel de Hugo Aritmendiz, del que ha destacado su entrega y profesionalidad en la primera vez que pisa un escenario y que, según ha desvelado, quiere ser bailarín y hacer un musical. "Creo que soy su segunda madre" y se nota en la obra, ha agregado la actriz.
En cuanto a su salud, quiso comentar que los médicos no le dejan que haga "más trabajos", sólo una representación teatral diaria. "Me tengo que cuidar mucho; comer lo que me mandan; no ponerme afónica" y ya no puedo tomar ningún tipo medicación, ni cortisona, ni todas esas burradas que yo hacía cuando notaba que estaba afónica o cuando me dolía un pie", ha señalado. "Le pido a Dios, soy creyente, que me ayude a no defraudar a nadie esta vez y a no ponerme enferma. Y a la Virgen del Pilar", de la que también es devota.
A su vez enfatizó lo "maravilloso" que durante todos estos meses han sido las llamadas de compañeros, "incluso de los que no teníamos una amistad cercana" y el reconocimiento de la gente por la calle: "Me siento muy querida". Por ello, ha hecho hincapié en que tiene la responsabilidad de demostrar "una vez más", que su pasión es el teatro y que tiene "la suerte de tener una carrera impecable".
Por último ha querido manifestar su alegría de volver a presentar el programa Cine de Barrio: "Me encanta el cine del que he sido protagonista”.