Desde que Marián Sousa llegó a la vida de José Campos, su vida ha cambiado radicalmente. Ahora es otro hombre y su felicidad se ha visto completa con la llegada de su primera hija. Los recién estrenados padres nos reciben en su casa de Santander para presentarnos en exclusiva a la pequeña Martina, la niña de sus ojos, su ángel.
"Es una sensación inexplicable. Sólo quiero estar con ella las veinticuatro horas del día. Es impresionante cómo una ratita te puede embobar así. Ha sido el mejor regalo de mi vida", nos confiesa un emocionado José, quien está tan entusiasmado con su papel de padre que easegura que, en cuanto Marián quiera y se recupere, le encantaría darle una hermanita a Martina. "Cada vez que la miro... me muero. Me paso las horas mirándola", añade el empresario cántabro, que aún lleva en su muñeca la pulsera identificativa del hospital para no olvidar el momento de su nacimiento.
La madre tampoco puede borrar la sonrisa de su rostro y está viviendo uno de los momentos más mágicos de su vida. "Cuando la vi, sólo quería abrazarla y besarla, que sintiera todas las ganas de protegerla que me entraron justo en ese momento", nos explica Marián, que asegura que el primer mes de vida de su pequeña no ha sido muy duro porque es muy buena y "sólo come y duerme, y está estupenda de salud".
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