Derrochando atractivo y presumiendo de esa sonrisa cautivadora que le caracteriza, Fernando Verdasco se convirtió en la estrella indiscutible de la inauguración de la Paulaner Oktoberfest Madrid, que permanecerá hasta el próximo domingo 21 de septiembre en el Barclaycard Center (Antiguo Palacio de los Deportes de Madrid). El tenista madrileño, impecable con una camisa blanca y pantalones azul marino, ejerció de padrino en esta velada tan especial e hizo gala de su buen humor emulando al alcalde de Múnich, que cada año es el encargado de abrir el primer barril de cerveza.
Mostrando su agradecimiento porque hayan contado con él para un evento de "este calibre ya no solo en España, sino también a nivel internacional”, Verdasco también aprovechó para hablar de sus vacaciones de verano, que han sido "cortas" pero las ha aprovechado al máximo ya que ha estado muy bien acompañado de su novia, Ana Boyer. "He estado en el Caribe. También en Huelva dos días, pero sin ella", confesó durante el evento el jugador, que aseguró haber echado "mucho" de menos a su chica cuando no ha estado a su lado.
"El balance de nuestro primer año juntos es muy bueno". ¿Te esperabas que fuera así? Fernando responde rápido y rotundo: "No. Ha sido mejor de lo esperado". Eso sí, aunque confiesa que todavía es pronto para dar un paso más y pasar por altar, el madrileño tiene mucho más clara la idea de la paternidad: "Sí, quiero ser padre de aquí a quizás cinco o seis años y, a día de hoy, Ana es la única candidata".
Al tenista se le ilumina la cara cuando habla de su chica y le cuesta no sonreír cuando se refiere a ella dedicándole piropos y alabando su personalidad y lo bien que se complementan. "Lo que más me gusta de ella es lo simpática que es, cariñosa, familiar, sobre todo tiene las cosas que a mi me gustan de una mujer". "Nos lo pasamos muy bien juntos, estamos todo el día de broma, riéndonos...", añade.
Para quien también tiene sólo palabras de cariño es para los padres de Ana. El jugador asegura que, aunque Isabel Presyler y Miguel Boyer "imponen", se lleva muy bien con todos. "Es una persona increíble, conmigo se porta muy bien y no puedo tener otras palabras que buenas hacia Isabel y hacia toda su familia", explica refiriéndose a Isabel. "Es muy inteligente, eso sin duda, y para mi es un placer conocer a los dos. Intimidarme no me intimida ninguno, me llevo bien con todos y tampoco creo que tenga que estar como con miedo", añade sobre Miguel y el resto de la familia.
Sus compromisos profesionales le llevan hoy a un lugar del mundo y mañana a otro, sin embargo, tanto Fernando como Ana llevan bien su relación a distancia y, por eso, disfrutan al máximo de cada segundo que pasan juntos. "Nos vemos muy poco, estoy casi siempre fuera y cuando estamos juntos aprovechamos a estar a solas ella y yo y cuando ella viene a un torneo, pocas veces por su trabajo, yo siempre estoy con mis entrenadores, mis amigos y si tenemos días intentamos estar solos". "Toda mi vida he tenido la misma vida, todas las relaciones a distancia, viendo poco a mi pareja y al final es la persona con la que estoy es la que tiene que aceptarlo y ver si le compensa o no", concluyó.
A partir de ahora, ya no va a ser necesario viajar a Múnich para vivir una de las fiestas más sonadas a nivel internacional porque, por primera vez, este festival traspasa fronteras y aterriza en la capital española recreando a la perfección su localización original. La tradicional Oktoberfest ha viajado este año a Madrid donde más de 13.000 personas podrán degustar 80.000 litros de cerveza especialmente fabricada para esta cita, 35.000 salchichas y 7.000 codillos, entre otras especialidades gastronómicas alemanas.