Los jugadores de la selección española de baloncesto no atraviesan en este momento sus mejores horas. La derrota ante Francia les ha impedido hacerse con el sueño de ser campeones en su propio país, un país que a menudo los ha tenido que dejar marchar para verlos triunfar en las filas de la NBA. Sin embargo, esa tristeza ha sido contrarrestada con la llegada al mundo de una nueva generación de Gasol. Julia, la primera hija de Marc Gasol y Cristina Blesa, ha ayudado a que la pena por la derrota se diluya con la alegría de que la familia -que ha hecho historia en el baloncesto de nuestro país- sigue creciendo.
Como no podía ser de otro modo el bebé llegó en tierras catalanas, pues aunque ellos tengan que emigrar a meca del baloncesto no olvidan en donde están sus raíces. Pero este no ha sido el único nacimiento que ha habido en las filas de la selección en el último año. José Manuel Calderón anunció el 20 de mayo que Gonzalo, su tercer hijo, ya estaba en casa y que era “un villanovense más”. El pequeño tiene dos hermanos mayores: Manuel y Jaime, que quién sabe si en un futuro se pueden convertir en los “Hermanos Calderón”.
El jugador esta hecho todo un padrazo que disfruta dando paseos “con sus fieras” y con las cosas cotidianas del día a día de sus pequeños. Quizá su paternidad es lo que ha hecho que el compromiso de Calderón con la infancia vaya más allá y que haya aprovechado el altavoz que le da su posición para sumarse a muchas causas humanitarias para la protección de los niños. El jugador se implica con proyectos de nutrición, sanidad y enseñanza en lugares como Sudán, una labor que la ha valido para convertirse en embajador de Unicef por la infancia.
Así que a su triunfo profesional José Manuel Calderón suma sus éxitos familiares ya que ha conseguido formar una bonita familia junto Ana Hurtado, su novia de toda la vida a la que conoció en su localidad natal Villanueva de la Serena, Badajoz, con la que se casó en el año 2003 y a la que no para de demostrar su amor, la última vez con motivo de su cumpleaños: “Hoy cumple años la persona más importante de mi vida, la que siempre me apoya y siempre está a mi lado. Felicidades Ana Hurtado”, publicó en jugador en su cuenta de Twitter.
Dentro de ese apoyo también está el tener que hacer las maletas cada vez que la carrera deportiva lo requiere, como van a tener que hacer después de las vacaciones, que han venido anticipadas por la derrota de la selección. Y es que ahora la familia se tiene que trasladar a Nueva York, puesto que a final de junio Calderón fue traspasado de los Dallas Mavericks a los New York Knicks, por lo que ahora la familia se tendrá que trasladar a la “Gran Manzana” de cara a la próxima temporada.
El otro padrazo de “la otra Roja” es Juan Carlos Navarro, el catalán conocido por la prensa deportiva como “La Bomba Navarro” debido a su tiro infalible, también es el protagonista de una gran historia de amor. Unido sentimentalmente a su mujer, Vanessa, desde que eran prácticamente unos niños, tiene dos hijas: Lucía y Elsa que en numerosas ocasiones han celebrado en la cancha los triunfos de su padre. Las chicas de Navarro también se han convertido en el mejor apoyo del jugador durante su carrera, ellas también se instalaron en Memphis cuando el baloncestista fichó por los Grizzlies.
Ellos han sido los primeros en apuntarse a la experiencia de la paternidad, pero seguro que pronto se unen otros compañeros de vestuario: Sergio Rodríguez ha pasado este año por el altar con Ana Bernal; Rudy Fernández y Hellen Lindes se casan el próximo verano; otros tienen largos noviazgos como Sergio Llull o Serge Ibaka, este último ha hecho suyo el refrán de que “a quién Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos”, y dado que viene de una familia de 18 hermanos, está entrenándose a fondo con sus sobrinos. ¡Las futuras generaciones de la Roja están garantizadas!