Pasen los años que pasen Ana Obregón sigue siendo genio y figura. La actriz asistió anoche al programa de Pablo Motos El Hormiguero y recordó memorables momentos de su estancia en Estados Unidos, país al que se trasladó por los estudios de su hijo Alex . Obregón, entre otras muchas cosas, comentó la anécdota de cómo conoció a Steven Spielberg en Estados Unidos y terminó “haciéndole una paella" en Malibú. "Mi madre por teléfono me decía lo que tenía que hacer... La paella fue repugnante, asquerosa, pero se la comió", señaló Ana Obregón. Eso sí, no recordó si "Spielberg le tiró los trastos o no, al ver unas fotos de ellos juntos.
Ana Obregón, feliz de vivir en Estados Unidos, ha hablado del programa que está presentando allí, todo en inglés, donde hace un "repaso de 13 leyendas como Ava Gardner o Marilyn Monroe. Estoy muy ilusionada" y rodando dos películas.
Obregón recordó otro momento difícil de olvidar de su estancia en Estados Unidos cuando fue detenida y trasladada a prisión por “ir caracterizada de prostituta”. “Me detuvieron por lo que no soy, sino por lo que parecía. Iba a un casting en el que por fin había un personaje que podía ser para una europea, y era el de prostituta. Entonces me puse falda rollo cinturón, rollo Pretty Woman y según iba por Sunset Boulevard me para un coche y me dice ¿cuánto? Y digo ¿cómo? por dios. De repente sigo andando, y me para un coche de policía y me dice no puedes trabajar aquí, y digo ¿trabajar? Que voy a un casting, que soy actriz, y me dice ya eso decís todas, venga para... y me metieron en el talego. Acabé en Beverly Hills y encima no me dieron el papel”.
Por último, explicó cómo se coló en los Oscar y se hizo amiga de Stevie Wonder: “. Esto fue terrible, yo tenía una ilusión horrible con ir a los Oscar, ir a la cena que hay solo para los nominados y premiados. Yo por suerte conocía al cocinero y le dije ¿no te importa colarme por la cocina?. Me dijo sí, pero la cena es a las diez de la noche, tienes que venir a las doce de la mañana antes de que pongan la seguridad. Estuve allí con mi vestido desde las doce de la mañana, salí oliendo a todo, pero estuve con todo el mundo. Y me senté en la mesa con Stevie Wonder, que le habían dado un Oscar por no se qué, y estuve de charleta con él toda noche. Cuando venía alguien que me podía echar me enganchaba a él. Sabes qué pasa, que la vida hay que buscársela”, concluyó una divertida Ana Obregón que pasó por el test de biología al que le sometió el equipo en el programa.