Había confesado, con cierto tono de humor, hace unos días que en la entrega de los premios Ceres reaparecería “con tacones, vestida como una reina y pintada como un coche”. Y cumplió. Concha Velasco volvió a pisar el escenario como la reina del teatro que es para recoger el premio Emérita Augusta, principal galardón que concede el festival de Teatro Romano de Mérida dentro de los premios Ceres con los que cierra cada una de sus ediciones. Concha no pudo evitar emocionarse al subir al escenario y es que el público que abarrotaba el recinto, más de 3.000 personas, la ovacionó durante varios minutos puesto en pie.
Comentó que espera merecer el galardón "los años que me queden, si Dios quiere, porque he estado a punto de palmarla". Reconoció que aún se somete a revisiones mensuales y que ha estado "tristona", pero anunció que volverá próximamente a los escenarios, gracias a Olivia y Eugenio, que dirigirá José Carlos Plaza. "Siempre quise ser actriz", recalcó la artista, quien confesó que fue ella quien pidió al director del Festival y productor teatral Jesús Cimarro que le diera la oportunidad de actuar en el teatro romano de Mérida. "Era la gran ilusión de mi vida, y gracias a él lo conseguí".
Lo hizo en 2012 con Hécuba, que posteriormente inició una larga gira por España en la que, según señaló después, fue en Mérida donde comenzó a tener los primeros síntomas de su enfermedad. "Cuando quise parar ya era tarde", dijo. "¡Vaya noche!", exclamó Concha Velasco, quien ha añadido a la lista de deseos cumplidos las actuaciones de sus "ídolos", Miguel Poveda y Ana Belén.
Dijo que “no he querido en mi vida ser otra cosa que actriz y hacer Hécuba fue el sueño imposible aunque luego llegase la pesadilla", señaló refiriéndose a la enfermedad que la apartó de los escenarios. Y es que en los últimos meses la artista se ha estado recuperando tras serle descubierto un linfoma, del que fue operada en el mes de junio. Esta fue la última de varias intervenciones, la primera de las cuales fue el 3 de abril a causa de una peritonitis. Días después, tuvo que ser intervenida de una hernia y más tarde del páncreas. Fue entonces cuando los médicos "vieron algo malo", relató la actriz en ¡HOLA!. "Había unos ganglios y el patólogo ya vio cosas que no le gustaban", añadió.
A finales de julio, la actriz se mostró radiante en varios eventos, asegurando que ya no sigue "ningún tratamiento" y que está "estupendamente".Optimista y fuerte, la actriz se ha incorporado ya a los ensayos de su próximo proyecto y pronto volverá a conquistar al público haciendo lo que mejor sabe, interpretar.
Dos de los encargados de entregar uno de los galardones fueron Marc Clotet y Natalia Sánchez, que compartieron texto en la obra Amantes, y que son pareja fuera de los escenarios. No es frecuente verles juntos en actos públicos, sin embargo en esta ocasión sí que posaron cogidos del brazo antes de entregar el premio. Fueron reconocidos en esta edición, entre otros, la obra Misántropo (Mejor Espectáculo) y El Eunuco (Premio del Público), Magüi Mira (Mejor Directora por Kathie y el hipopótamo y En el estanque dorado); Kiti Manver (Mejor Actriz por Las heridas del viento); Lluis Homar (Mejor Actor por Tierra de nadie) y María Ordóñez (Premio de la Juventud por El Eunuco).
Ana Belén y Miguel Poveda pusieron la nota musical a una velada presentada por Carlos Sobera, que encarnará al emperador fundador de Mérida, Octavio Augusto, de cuya muerte se cumplen 2.000 años, que llega al Olimpo de los dioses, papeles que correspondieron a los encargados de entregar los galardones, entre ellos Hugo Silva, Paco Tous, Ernesto Alterio, Pastora Vega, Carmen Machi, María Adánez y Juan Echanove.